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Sevilla/El valor de una institución radica en su capacidad para adaptarse a los cambios sin perder su esencia. Desde su fundación hace más de tres siglos, el Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla sigue siendo un faro tanto para la profesión como para la ciudadanía sevillana, defendiendo los intereses de sus colegiados y, al mismo tiempo, reafirmando su compromiso social más allá del ámbito jurídico.
El secreto de esta vigencia transformadora está en evitar convertirse en una institución aislada y cerrada; en su lugar, se ofrece como un Colegio de Abogados abierto a Sevilla. Así, ‘la casa’ de la Calle Chapineros se ha convertido en sinónimo de hospitalidad para compañeros y vecinos, abogados y amantes de la cultura, colegios profesionales hermanos y administraciones. Es un espacio de encuentro donde se defienden los derechos y libertades ciudadanas, y donde se vela por los derechos de nuestros colegiados y colegiadas.
Este propósito se ha convertido en un mandato desde el primer momento, fomentando un diálogo constante con los diversos grupos de interés, con la clara vocación de servir a los colectivos, especialmente a aquellos en situaciones de especial vulnerabilidad.
Por ejemplo, la campaña ‘El Euro Solidario’, en la que, de forma voluntaria, las personas colegiadas donan un euro mensual a una entidad solidaria. Desde su inicio hace doce años, esta iniciativa ha recaudado más de 850,327 euros en favor de Cáritas. Una acción simbólica, pero de enorme impacto para quienes más lo necesitan.
Además de este tipo de acciones puntuales, este Colegio destaca por su gran vocacion en la ayuda diaria de estos colectivos más desfavorecidos y vulnerables a través del Turno de oficio que en nuestra ciudad está integrado por casi el 50% de nuestros Abogados y Abogadas que cada dia hacen una labor ejemplar dando cumplimiento al articulo 24 de nuestra CE, y no siempre justamente remunerados
Destaca también la labor de la Comisión de Ayuda Colegial, que asiste a nuestros colegiados y nuestras colegiadas. Cada año, se asigna una partida presupuestaria para ayudar en estos casos, porque, al igual que cualquier otra carrera, la jurídica también tiene sus desafíos y adversidades.
Como expresé en mi discurso de toma de posesión, queremos que, la ciudadanía sepa que está invitada a nuestra casa y que es bienvenida a formar parte de lo que la abogacía representa. Los profesionales de la abogacía debemos ser constructores activos de la sociedad. Reducirse al bufete y al Foro puede ser lo más cómodo, pero no cubre la totalidad de esos otros deberes sociales que la profesión demanda.
Esta vocación de servicio sería incompleta sin la ayuda de otros profesionales que interactúan con la abogacía. Jueces, magistrados, fiscales, abogados del Estado y operadores jurídicos son aliados imprescindibles para una abogacía más digna y fuerte, y a ellos el ICAS tiende la mano para trabajar juntos.
El Colegio reconoce y valora tanto a las abogadas y abogados veteranos como a los jóvenes. Aprendemos de la experiencia de quienes han dedicado su vida a esta profesión y nos renovamos con la ilusión de quienes comienzan su trayectoria. El ICAS tiene claro que en cada relevo generacional, la institución crece y se fortalece.
Asimismo, el Colegio es consciente de la importancia de cuidar a su personal y su equipo de gerencia, grandes profesionales que hacen posible un Colegio cercano y acogedor para todas las personas colegiadas. Recientemente, se ha firmado un nuevo convenio colectivo, reemplazando al anterior, que estuvo vigente durante tres décadas.
Este trabajo quedaría incompleto sin hacer referencia al papel de la administración y los partidos políticos, a quienes solicitamos que den ese paso extra para ayudar a lograr lo que la dignidad de la profesión demanda.
Queremos también acercarnos a los abogados y abogadas que ejercen en despachos profesionales, en sus distintas áreas de asesoramiento legal. Con la iniciativa “El Colegio en tu despacho”, el ICAS busca reducir distancias entre el Decano y los despachos.
Mediante esta iniciativa, miembros de la Junta de Gobierno realizan visitas a los despachos para escuchar y conocer en primera persona las áreas de mejora en la profesión. Es una oportunidad para dialogar directamente con el Decano, quien puede responder a preguntas y explicar temas de interés. Este ejercicio de transparencia nace con la vocación de romper barreras entre la sede institucional y el espacio de trabajo diario.
Esta es solo una muestra más de cómo el Colegio se adapta a los tiempos. Los colegiados y colegiadas, conjuntamente con la sociedad demandan instituciones a la altura de las circunstancias, que promuevan el diálogo y ofrezcan una comunicación honesta, responsable y constructiva. Con medidas de apertura como esta, generamos un colectivo más fuerte, basado en la confianza mutua.
No queremos que este contacto cotidiano sea algo pasajero, sino que aspiramos a que tenga continuidad y permanencia, reuniéndonos en espacios constructivos, ya sea por iniciativa del Colegio o de los despachos, en beneficio de la profesión y de una Sevilla mejor.
Nos vemos en “tu despacho… o en el ICAS”.
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