La cerveza, remedio a muchos males, pero con moderación
Se estima que cada español toma, de media, unos 52 litros de cerveza a lo largo de un año
En Andalucía tenemos la saludable costumbre de acompañar siempre la cervecita de antes de comer con una de las muchas tapitas que componen los nutridos menús de los bares de nuestra ciudad. Si uno se encuentra en casa, siempre tendrá un quesito a mano o basta con unas aceitunas para alegrar alma y paladar. Una costumbre imitada por muchos y que, por tanto, nos hace pensar que no vivimos por el sur del todo mal.
Es más, son muchos los estudios llevados a cabo por afamados científicos que indican que el consumo moderado de cerveza, en el marco de la Dieta Mediterránea, podría ejercer efectos positivos a la salud cardiovascular. Esta evidencia científica apunta a que, para quienes mantienen hábitos alimentarios y un estilo de vida saludables, la ingesta moderada de cerveza puede ayudar a disminuir diversos factores
tradicionales de riesgo, además de proteger de manera directa los vasos sanguíneos.
Grandes beneficios y un solo “pero”. La Cerveza es una bebida elaborada a partir de un cereal, la cebada, el quinto cereal más cultivado en el mundo. Aporta infinidad de beneficios, los cuales son necesarias para el organismo. Además, es una bebida que no contiene grasa, es rica en vitaminas B1, B3 y B6, ácido fólico, magnesio y potasio, según apunta la Asociación Americana del Corazón, la cerveza contiene una fibra soluble que ayuda a reducir el colesterol “malo”. También, gracias al lúpulo de las cervezas, se puede reducir el riesgo de desarrollar piedras en el riñón.
Ahora bien, su consumo excesivo puede provocar la dilatación del estómago, además de contener azúcar. Sin embargo, estas cantidades son ínfimas. Para los especialistas en salud, el único “pero” radica en el alcohol, el cual añade altas dosis de calorías a la bebida.
La clave está en el consumo moderado. Se estima que cada español toma, de media, unos 52 litros de cerveza a lo largo de un año. Ahí está la clave, lo primordial es promover un consumo moderado y se recomienda no sobrepasar los 40 gramos al día, que son aproximadamente, hasta 700 ml al día en hombres y 400 ml en mujeres. Sí a la espuma. Espuma sí o espuma no. Éste es uno de los grandes debates entre los amantes de la cerveza que, en la mayoría de los casos, desconocen los beneficios que esta sustancia aporta a esta bebida milenaria.
Alejando las múltiples opiniones o decisiones del consumidor, no hay lugar a la duda. Más allá de su función estética, su principal cometido es ayudar a proteger tanto el aroma como el sabor de la bebida. Es decir, cuanta más espuma tenga nuestro vaso de cerveza, más tarde se producirá el contacto entre el líquido y el aire del exterior, evitando que la cerveza se oxigene y pierda su gas rápidamente. Además, contribuye a la sensación de textura del líquido.
Por tanto, hay que desmontar los siguientes mitos: su función no es únicamente estética, su color no tiene por qué ser siempre blanco, no sólo se compone de gas, la espuma no dura más o menos en función de la calidad de la cerveza y no hay una medida exacta, según los expertos.
En definitiva, si la cerveza se consume de manera moderada no solo nos traerá salud, sino que además nos llenará los días de alegría. Se trata de una bebida que va más allá y cuyo significado sólo puede describirse echando buenos ratos junto a grandes amigos
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