Andalucía irresistible
Seducir. Conquistar. Y hacerlo para siempre. Eso es lo que pretende nuestro nuevo eslogan ‘The surrender of Andalusian Crush’
Andalucía atrae. Gusta cada vez más. Esta tierra tiene, como decimos coloquialmente, el guapo subido. No es de extrañar que, como dice nuestra última campaña, tanta gente se rinda a su encanto. Sonríen quienes nos descubren y sonríe el turismo, uno de los pilares indiscutibles de la economía andaluza, que ha recuperado la velocidad de crucero tras el parón por la pandemia, con un impacto directo, obviamente, en los registros de visitantes, alojamientos y hostelería, elevados a cotas nunca antes alcanzadas.
Mi agradecimiento al Grupo Joly por permitirme ser parte de este Anuario, consolidado ya como referencia de un sector que celebra en Fitur su semana grande. Para Andalucía, será una nueva oportunidad de lucir con orgullo ese lema que tanto está dando que hablar: “Ríndete” a Andalucía.
Seducir. Conquistar. Y hacerlo para siempre. Eso es lo que pretende nuestro eslogan The surrender of Andalusian Crush, la segunda parte de Andalusian Crush: The surrender, un homenaje a la riqueza cultural y patrimonial de Andalucía, a sus gentes, aquellas que comparten alegría, hospitalidad, talento y emoción, mucha emoción.
Pero, al mismo tiempo, es un reconocimiento a los profesionales, empresas e instituciones de la industria turística andaluza, pues ellos son en gran parte los que construyen y hacen de Andalucía un destino imbatible, excelente, diverso e integrado por muchas realidades.
Ahora, en el inicio de un nuevo año, Andalucía está preparada para afrontar los retos de futuro del sector con una posición de liderazgo internacional en la que todos somos imprescindibles. Seguimos el camino correcto para la construcción de un modelo turístico más sostenible, en el que prime la protección de nuestros recursos naturales y culturales, y avance en el objetivo de extender sus beneficios a los residentes y al propio entorno.
El turismo viene a ser nuestra ‘industria de la felicidad’ por lo mucho que nos aporta. De hecho, los andaluces mantienen una mayoritaria percepción positiva del turismo: el 91% de los residentes considera que esta actividad afecta de manera positiva o muy positiva a la economía de su municipio; un porcentaje que crece hasta el 96% en los municipios eminentemente turísticos en los que la concentración de visitantes es mayor.
El impacto del sector en la economía andaluza es indiscutible. Sin esta industria, Andalucía dejaría de generar casi 26.000 millones de euros anuales y perdería 415.000 puestos de trabajo directos (el 12% del total de ocupados).
Es muy importante destacar estos datos frente a una creciente tendencia, minoritaria pero real, que pretende convertir al turismo en el responsable de algunos problemas como la falta de vivienda. Un argumento que se desmonta con datos.
Por ello, uno de los empeños que nos marcamos es defender y mostrar el destino Andalucía mediante la labor de medición y seguimiento de la sostenibilidad turística, es decir, contar con datos de calidad para la construcción de ese modelo más sostenible al que me refería antes.
Andalucía está más que nunca en el foco. Consolidada cada vez más como un destino que, por encima de número de visitantes, crece en ingresos y en empleo vinculado al turismo. Una tendencia que nos empuje a avanzar en la batalla contra la estacionalidad y, paralelamente, conseguir un empleo más estable y de calidad.
La estabilidad política de la que disfrutamos en Andalucía es fundamental para lograr mejores resultados en cualquier actividad económica, y, por supuesto, también en la turística. Esa certidumbre es el terreno adecuado para que las empresas y las administraciones locales se doten de las herramientas necesarias para aplicar la inteligencia de negocio y la gestión de datos al turismo, consiguiendo así mantener un volumen considerable de visitantes a lo largo del año y que Andalucía no se baje de la lista de destinos más deseados a nivel mundial.
Nuestra estrategia va, por tanto, encaminada hacia la desconcentración de los flujos de visitantes en orden a distribuir las visitas a lo largo de los meses y de todos los territorios, así como potenciar la llegada de nuevos viajeros a zonas del interior de nuestra amplia y variada geografía. Queremos atraer, como venimos logrando, a un visitante que busca nuestra esencia, nuestra cultura y que es por ello más sensible a la importancia de la convivencia con la población local.
Como presidente de Andalucía, me enorgullece comprobar que ese empeño ha dado resultado. El índice Gini, uno de los más empleados para medir este valor, sitúa a nuestro destino en un 0,23 sobre 1 (0,27 en 2022). Nuestra comunidad obtuvo ya en 2023 la cifra más baja de estacionalidad desde el año 2008. Y seguimos.
Campañas como Andalusian Crush, la continua captación de grandes eventos, la progresiva digitalización del sector, la formación de empleados o la segmentación de mercados son ámbitos que apuntalan nuestra estrategia. Desde luego, no faltan los retos añadidos, como el de alcanzar una mayor sostenibilidad, o también afrontar cuestiones como el cambio climático promocionando un turismo sensible con nuestro medio ambiente.
Contamos con el Plan General del Turismo Sostenible de Andalucía META 2027, nuestro documento de referencia que contempla las directrices del sector en la comunidad para los próximos años. Y vamos a reforzar aún más a la industria más importante de nuestra economía con el inicio de la tramitación de una nueva Ley del Turismo, que afronte los nuevos retos de esta actividad a partir del cambio de ciclo que se ha abierto después de la pandemia.
No podemos abordar la gestión del turismo sin hacer hincapié en la sostenibilidad social. Debemos ser capaces de hacer cada vez más compatible la convivencia entre los visitantes y las comunidades de residentes.
Todavía sin contar con los datos definitivos de cierre del año, ya podemos asegurar que 2024 va a ser el mejor año turístico en toda la serie histórica. Vamos a tener crecimientos notables en ingresos y en empleo, al mismo tiempo que moderamos la llegada de visitantes. Nuestra estrategia está dando resultados y cada vez es mayor el impacto positivo que esta actividad tiene en nuestra economía y en la vida de miles de andaluces.
Hay, por tanto, motivos para el optimismo. Y sobre todo muchas, muchas ganas de trabajar para que Andalucía siga consiguiendo metas que no hace mucho parecían imposibles, también en el turismo.
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