Sectores estratégicos para la economía de Cádiz
Opinión
La modernización y reconversión hacia otros cultivos de las superficies dedicadas a la flor cortada abre nuevos horizontes laborales en la provincia
El sector agrario, ganadero y pesquero es estratégico en la economía de la provincia de Cádiz, tanto por la riqueza y empleo que genera como por ser un elemento clave para vertebrar el medio rural y uno de los mejores aliados para evitar el despoblamiento rural. Por ello, desde la Diputación de Cádiz apoyamos el sector agroalimentario, especialmente en la difícil y compleja situación actual, marcada por el aumento de los costes de producción, la sequía y los bajos precios, pendiente además de las implicaciones de la reforma de la PAC.
La sostenibilidad medioambiental de la producción y la apuesta por la calidad a través de las denominaciones de origen y marcas específicas son objetivos en los que la industria agroalimentaria de la provincia de Cádiz viene trabajando desde hace años para competir en los mercados nacionales e internacionales. Esa apuesta por la calidad es hoy día reconocida por esos mismos mercados, que identifica la producción procedente de la provincia de Cádiz como productos con un valor añadido por su origen y trazabilidad.
El Marco de Jerez, con sus denominaciones de origen “Jerez-Xerez-Sherry”, “Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda” y “Vinagre de Jerez”, es sin lugar a dudas una de las principales industrias del sector primario en la provincia de Cádiz y tiene un fuerte impacto en cuanto a generación de empleo en las zonas de crianza y producción.
En las huertas de Conil, Sanlúcar de Barrameda y Rota destaca la producción de productos como patatas, tomates o calabacines mientras que en los últimos años hay un progresivo aumento de la superficie regable de los Llanos de Villamartín, donde el cultivo de melones, pimientos, tomates y otros productos ha hecho que se sitúe como una de las zonas de mayor producción de Andalucía, requiriendo una elevada contratación de mano de obra que en los picos de recolección llega hasta los 500 empleos.
Especialmente importante es el aceite de oliva en la Sierra de Cádiz, un olivar de montaña que requiere de una discriminación positiva por parte de las instituciones públicas por cuanto tiene rendimientos muy limitados, dadas las características geográficas de los terrenos, pero que sin embargo produce un aceite de gran calidad que es la base de la economía local y contribuye a fijar la población en muchos de los municipios de esta comarca serrana, como Algdonales, Olvera, Alcalá del Valle -donde destaca también la producción de espárragos-, Setenil, Torre Alhaquime o Zahara de la Sierra.
La modernización y reconversión hacia otros cultivos de las superficies dedicadas a la flor cortada abre nuevos horizontes para unas explotaciones que son la fuente de empleo para unas 300 familias de Chipiona y la Costa Noroeste. También destaca la apuesta en estos últimos años por introducir cultivos tropicales como el aguacate junto con la producción tradicional de naranjas por parte de cooperativas de San Martín del Tesorillo o Guadiaro, en el Campo de Gibraltar.
Los cultivos de remolacha (con unas 5.000 hectáreas), de algodón, unas 12.000 hectáreas, y arroz -con unas 2.000 has,- son también importantes en la provincia de Cádiz en un sector agrícola que, en su conjunto, requiere de un esfuerzo conjunto de todos los poderes públicos y de los productores para acometer inversiones y procesos de modernización que optimicen y mejoren los resultados económicos de los cultivos.
Si en la agricultura, la provincia de Cádiz es un referente de calidad, igual ocurre con la ganadería y la pesca. Así, la comarca de La Janda destaca la producción de carne de vaca retinta, una de las razas autóctonas más emblemáticas de nuestro país, con alrededor de 24.000 ejemplares inscritos en su libro genealógico, de los que en torno a la mitad se localizan en Andalucía.
En la Sierra de Cádiz, la ganadería ovina y caprina es la base de la producción de quesos distinguidos entre los mejores del mundo, destacando los elaborados con leche de cabra payoya, raza autóctona de que se encuentra en extinción.
“Más pesca, Más Cádiz” es el lema de una campaña promocional de la Diputación junyo con la Federación de Cofradías de Pescadores de Cádiz en el marco de un proyecto de sostenibilidad y promoción de la pesca extractiva en la provincia de Cádiz.
La frescura y calidad de los productos pesqueros de la flota que faena en el litoral gaditano se diferencia en los mercados gracias a las marcas propiedad de las distintas cofradías y organizaciones pesqueras. Boquerón del Golfo de Cádiz, Galera de la Costa Gaditana, Pescado del Litoral Gaditano, Pescados y Mariscos Tunara, Voraz de Tarifa, Pescado de Conil y Langostino de Sanlúcar son marcas que son un sello de diferenciación y una garantía de calidad de estos productos de la costa gaditana, donde el sector de la pesca genera cerca de 2.400 empleos directos en 15 municipios de la provincia, una cifra que si se suma la industrias auxiliares se sitúa por encima de los 5.800 puestos de trabajo.
Junto a esta pesca extractiva, en la provincia de Cádiz se localizan las empresas acuícolas más importantes de Andalucía, al concentrar 78 de las 131 instalaciones activas, es decir, el 60% del total, con una superficie de 2.900 hectáreas donde se produce más de 2.200 toneladas al año y se genera unos 650 empleos.
Desde la Diputación de Cádiz vamos a seguir apoyando al sector agroalimentario de la provincia, para que cuente con las necesarias ayudas para afrontar las dificultades actuales y proseguir con la mejora de sus procesos de producción para retener el valor añadido, generar más empleo y fijar la población manteniendo vivas las zonas rurales.
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