Níjar: un caso de estudio para las escuelas de negocio

AGRICULTURA

De las 6.000 hectáreas de producción en tierras nijareñas, más de la mitad son cultivos ecológicos

La alcaldesa nijareña, en la Expolevante
La alcaldesa nijareña, en la Expolevante / D.A.
Redacción

03 de octubre 2022 - 07:00

El porqué un territorio que no estaba predestinado hace apenas diez años a ser protagonista en la escena agrícola, pero que se sitúa ahora como el objeto de deseo de todos los actores en el sector agroalimentario, toma fuerza como un verdadero caso de estudio para escuelas de negocios que tratan de usar ejemplos prácticos de éxito para la enseñanza de aquellos que pretenden alcanzarlo. Níjar es un caso extraño que se ha salido de los cánones de la normalidad y que, sin llamar excesivamente la atención, atesora ya más de 6.000 hectáreas de producción, en las que más de la mitad son cultivos ecológicos certificados con los más exigentes estándares, precisamente porque sus productos acaparan los estantes de los supermercados y cadenas más especializadas.

Cómo se ha llegado hasta ahí, a ese lugar de la cadena en que se disecciona todo paso que se da, los datos de cada campaña y los avances que se suceden en los sectores que acompañan al meramente productivo o que aportan imagen de competitividad al conjunto global, forman parte de un enigma que, como tal, no existe para los propios nijareños. "No somos los que más sabemos, eso por descontado, pero sí somos quienes más claro tenemos dónde puede llegar nuestro territorio, y dónde podemos poner las metas si remamos todos en el mismo sentido. ¿Es muy diferente de como se ha hecho en otros lugares? Pues sinceramente no lo sé, lo que sí tengo muy claro es que si ideamos estrategias que no nazcan de un total consenso en el que no sólo interviene lo propiamente agrícola como lo conocemos, sabemos de antemano que no llegaremos allí donde queremos, donde todos quieren, y ese todos implica consenso sí o sí". Esta es la visión de Esperanza Pérez, alcaldesa de Níjar, el pueblo o término municipal que tiene más kilómetros cuadrados que muchas comarcas españolas, y en el que pleno tras pleno municipal se aprueban nuevas licencias para instalaciones de almacenes agrícolas, grandes semilleros de proyección nacional e internacional o segregaciones para nuevos cultivos.

La alcaldesa defiende que si la agricultura no tiene un plan en el que participe todo su entorno, no será capaz de aprovechar todas sus potencialidades. "Es como un equipo de fútbol que juega en torno a la figura de un gran delantero, ese de quien sabes que por sí solo puede hacer gran parte del trabajo. Pero si el resto de la plantilla no cree en ello, en que el beneficio será igual para todos, aunque los mayores méritos se los lleve esa estrella, el equipo, el conjunto, no funciona. Y si no lo hace, obviamente la estrella tampoco brilla. Si llevamos este ejemplo al terreno práctico, nos encontramos con que, sin valores como humildad, consenso y espíritu de sacrificio, pocos objetivos puedes alcanzar, porque tarde o temprano te faltará eso que lo sustenta todo, los cimientos. Hoy Níjar tiene cimientos, creemos en lo que podemos conseguir y tenemos las herramientas para hacerlo. Creo que esa es la verdadera base de nuestro modelo, el de la agricultura 2.0", argumenta la regidora.

El tomate ocupa casi el 30% de la superficie de cultivo, seguido de cerca por el calabacín

El crecimiento de Níjar como potencia agrícola ha tenido su mayor escaparate en la última edición de Expolevante Níjar, con más de 17.000 metros cuadrados de muestra, como fiel reflejo de una realidad en la que el tomate ocupa casi el 30% de la superficie de cultivo, seguido de cerca por el calabacín; tras ellos, productos como pepino, pimiento, berenjena y todo un abanico de complementos que facilitan a las grandes cadenas sus programas anuales. Además, reina en la campaña de verano con una sandía de origen reconocido, a la que sólo le falta una indicación geográfica que lo certifique.

Su principal garantía como sector es su exclusiva singularidad, los cultivos en torno al Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, como uno de los principales atractivos turísticos del sur de Europa y que retroalimenta la imagen del propio sector. Pero junto a las condiciones naturales destacan las generadas por la mano del hombre. Níjar es la primera gran zona de producción que se acomodó a la mezcla de agua desalada junto con la de acuíferos naturales, con lo que aporta garantía de subsistencia.

Y por encima de todo, su gran baza de futuro inmediato es la llegada de la alta velocidad a la provincia de Almería, que tendrá en el campo de Níjar su muelle de carga con el Puerto Seco de Andalucía oriental. Son 175 hectáreas de centro logístico que generarán un puente ferroviario directo con los mercados de Centroeuropa, y que dará al sector 2.0 de la agricultura almeriense el marchamo de la plena competitividad.

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