Fortalezas y debilidades del agro andaluz
Fruit Logistica 2024
l El agricultor andaluz tiene a su disposición tecnología e innovación para diferenciarse de sus competidores
Las campañas vienen marcadas por dificultades a superar
El mercado es duro, traicionero, competitivo. Por eso, la agricultura andaluza tiene que mostrar su mejor versión para no dejarse comer por terceros países que tratan de arrebatarle su puesto de privilegio de principal exportador a Europa.
Son muchas las virtudes que tiene el agro autonómico, merced a años de trabajo e innovación. Sin embargo, las campañas siempre vienen marcadas por factores externos que condicionan tantos los productos como las necesidades de los mercados. ¿Qué características tienen los productos de la huerta andaluza? ¿En qué superan a los de sus principales competidores y en qué cojean?
Fortalezas
- Calidad. El producto que se cultiva en Andalucía destacada por sus excelentes cánones de calidad. Tanto en invernadero como al aire libre, tomates, pimientos, pepinos, fresas, ajos, chirimollos, aguacates... pasan diferentes controles que aseguran una certificación agrícola para ser considerados productos de alta calidad.
- Control biológico. Posiblemente sea el salto de calidad más grande que ha dado el campo andaluz en las últimas décadas. Hasta que la lucha integrada se instauró, las plagas se combatían con químicos que dañaban al producto. Sin embargo, los bichos ahora se comen a sus primos menores por propia ley de la naturaleza. Un avance importantísimo que no sólo aleja los venenos de los cultivos, sino que combate a los virus con depredadores naturales, haciendo más sostenible al sector
- Sostenibilidad. El gran caballo de Troya de estos años duros. La capa de ozono, la sequía, los océanos, la regenación de los residuos... Son muchas las consecuencias derivadas del proceso de industrialización que han acelerado el cambio climático y frente al que la humanidad está tratando de actuar. Por eso, el sector ha dado un paso al frente para hacer todos sus procesiones más sostenibles y cumplir con su cuota de responsabilidad. Un buen ejemplo es el uso del agua, cada vez más eficaz y dirigido a la planta, para evitar el derroche. Y como éste, muchos ejemplos. Por ejemplo, el efecto albedo de los invernaderos, que refleja los rayos y favorece que la temperatura terrestre esté unos grados más bajos.
Debilidades
- Sequía. Es el gran quebradero de cabeza, acrecentado en los últimos años. Sin ir más lejos, la Junta de Andalucía acaba de aprobar el IV Decreto de Sequía para hacer frente a la falta de agua estructural que tiene la región. Son muchas las hectáreas de cultivo que han dejado de plantarse en los últimos años, principalmente al aire libre, ante la situación crítica de los pantanos. Ante la falta de lluvia y el recorte de los trasvases, la desalación parece la solución.
- Precios. La inflación y los últimos conflictos bélicos aumentaron de forma desproporcionada los costes de los insumos, por lo que toda la cadena agroalimentaria se vio obligada a subir los precios. Cualquier producto encarecido pierde cierto grado de competitividad, sobre todo cuando los principales rivales son capaces de mantenerlos. Eso sí, la calidad siempre debería desequilibrar la balanza.
- Mano de obra. Es una de las debilidades no sólo del sector agrícola, sino de otros muchos en España como el turismo o la hostelería. Falta gente que quiera trabajar en el sector primario, por lo que las administraciones y los empresarios están poniendo todo de su parte para favorecer el relevo generacional.
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