Covid debería llevar la “@”
Opinión
Asociar innovación y digitalización al Covid o post Covid es fácil. Pero, la innovación debe ser una actitud permanente en las empresas agroalimentarias.
La producción intensiva de alimentos siempre ha sido uno de los sectores más innovadores. Donde ha puesto el foco en acciones hacia el exterior, (como no podría haber sido de otra forma) pero, esta pandemia nos enseñó que también debemos analizar la innovación, mirando hacia adentro de la empresa o cooperativa. Digitalización procesos.
Está claro que esta pandemia ha puesto al sector agroalimentario, en una situación compleja, diría hasta crítica.
Como bien es sabido, la agricultura intensiva, es un sector con una carga de recursos humanos elevada, tanto en campo como en almacén, que demanda una cultura de la presencia física más allá de lo necesario.
Al tipo de innovación que debemos volver a prestar atención es a toda aquella que optimice los procesos internos que nos permita modificar turnos, tener menos personal en el mismo entorno, hacer las cosas con digitalización, o más actividad en menos tiempo…etc.
Hay trabajos que son imposibles de evitar que se realicen en un escenario concreto. El invernadero, la nave de manipulación y un largo etcétera. Pero, aun así, el reparto de las tareas y de los procesos debemos estudiarlas para aplicar y transformar metodologías que distribuyan los recursos de manera eficiente y funcional.
Por tal motivo, si no digitalizamos los procesos y dar la posibilidad de analizarlo en cualquier lugar y en cualquier momento, tampoco podremos: medir y evaluar que los cambios sean efectivos, tomar decisiones de forma objetiva y asertiva o mejorar con datos inteligentes la toma de decisión.
Este sector ha ido tradicionalmente cubriendo tareas con suma e incorporación de personal. Y es aquí, donde hay que hacer una reingeniería innovadora del cómo plantearnos la nueva forma de trabajar. ¡Porque hemos visto que se puede! Que el campo no para.
Hemos teletrabajado cuando no pensábamos que se podía y hemos resuelto tareas en remoto que antes se necesitaba la presencia física. Se ha demostrado que no es así.
Existe una oportunidad de mejora estratégica en la innovación y digitalización de los procesos agroalimentarios, de soporte técnico a la producción (IoT), cooperación de datos y análisis en la nube, mejora en la ejecución de las tareas de control de calidad, colaborando incluso desde la producción hasta el cliente, para reducir y objetivizar las reclamaciones, e innovar en todos los procesos de compras de las empresas agroalimentarias, aplicando herramientas y plataformas que nos permitan realizar compras más optimizadas y de forma colaborativa.
En cuanto a los procesos administrativos, más allá del sistema de gestión o ERP que se utilice, hacer foco en la automatización de relación con nuestros clientes y proveedores, la digitalización de procesos que hoy en día son extremadamente manuales.
Demás está decir, la clave de desarrollar una estrategia de marketing y comunicación, que hoy en día debe ser digital y basada en el ecosistema internet. Esta pandemia ha generado un aumento el tráfico web en la mayoría de las páginas web del sector agroalimentario (podría inferir que en más de un 15%), se ha incrementado el uso de las herramientas de marketing digital como el email marketing, nuestros clientes han conversado con nosotros a través de chats o herramientas digitales como redes sociales y se han incrementado las ventas online de toda plataforma de negocios digitales. Por tanto, el marketing digital y social media es uno de los grandes retos que el sector tiene por delante. Pensar y actuar digital. Estar ahí, donde el cliente navega.
Y por último, una reflexión que va de la mano a la digitalización e innovación en los procesos comerciales para la venta. No podemos seguir vendiendo de la misma manera que lo estamos haciendo. Si no cambiamos, nos cambiarán o bien por otro o nos forzarán a cambiar.
Una de las áreas menos optimizadas, y menos digitalizadas en nuestro sector sigue siendo la venta. Y esto acarrea pérdidas de rentabilidad, incremento de la insatisfacción de clientes y proveedores, incremento de reclamaciones y al final mayor incertidumbre.
Si hablamos de tendencias. Una de ellas e importantes en otros sectores es la RPA (Robotic Process Automation), Automatización Robótica de Procesos. Es decir, optimizar la manera en que trabajan los empleados mejorando la velocidad, la eficiencia y la precisión, para que puedan dedicar menos tiempo a las tareas manuales y específicas, poniendo la visión en los clientes. La automatización estratégica comienza con los datos correctos, utilizando el aprendizaje de máquinas para identificar dónde y cuándo automatizar para obtener el máximo impacto. Con lo cual, sin digitalizar estos procesos, el sector puede caer en una meseta de competitividad. Es más, debemos aprender de aceleración vivida y experimentada en época de Covid. Prevenir riegos empresariales e ir un paso por delante de los acontecimientos.
Hay que estar preparado y ser permeable a las nuevas tendencias que llegarán a nuestro sector con el objetivo de optimizar las operaciones y hacer eficiente los recursos empleados. Es momento de abrir los ojos, colaborar y establecer sinergias para alcanzar los nuevos objetivos que el consumidor demandará.
En definitiva, la C@vid nos ha metido en vena la digitalización, a todos los niveles, en todas las áreas de las empresas agro y hemos visto que aquellas que ya habían realizado un trabajo previo, han pasado la peor época de la pandemia fortalecidas.
Y nos ha vuelto a poner en la mesa a la innovación, aquella de la que tanto alarde hacemos en el sector. Tiene que ser una de las tareas cotidianas que debemos incorporar y dimensionar nuestra estructura para trabajar con la meta puesta en los clientes y en los procesos internos.
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