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Jaén: acusado descenso de la producción de aceite de oliva

La Campaña 2020 Jaén

La producción en la provincia supera por poco las 455.000 toneladas, una caída superior al 30%

La campaña de comercialización finaliza con buenos datos, aunque los precios siguen estando por los suelos

Jaén cuenta con cerca de 600.000 hectáreas de olivos en producción. / D. A.
Alejandro Morales

05 de noviembre 2020 - 13:03

A falta de cerrarse oficialmente la campaña 2019/20 de comercialización del aceite de oliva jienense y andaluz, las previsiones realizadas por la Consejería de Agricultura, Ganadería Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía el pasado mes de octubre se han cumplido en lo referente al acusado descenso de producción, después de una campaña de récord vivida un año antes. El aforo de la Junta sitúa la producción de la provincia en las 455.070 toneladas de aceite de oliva, lo que significa una caída de más del 30% con respecto a la campaña anterior, cuando de las almazaras jienenses salieron 664.860 toneladas. Se trata de un descenso del 31’6 por ciento y, con todo, se considera una campaña media, pues debe tenerse en cuenta las altas cifras conseguidas en el ejercicio 2018/2019. De hecho, la caída con respecto a la media de las cinco últimas campañas no es especialmente significativa, situada en el 2,4%.

El descenso es más acusado en lo relativo al aceite de oliva ecológico, aunque este tiene poco peso en el tejido olivarero jienense, a diferencia de lo que sucede, por ejemplo, en la vecina provincia de Córdoba. La caída prevista en esta campaña ronda el 50% (46,4%), pasando de las 3.012 toneladas producidas en la 18/19 a las 1.614 previstas en el cierre de la 19/20.

Se avecina la primera recogida de la ‘era COVID’

La Delegación de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Jaén ha confirmado que desde la Consejería de Salud y Familias se trabaja en un protocolo que conllevará “medidas específicas y concretas” para la campaña de recogida de aceituna, según reseñó la delegada de Agricultura en Jaén, Soledad Aranda, antes de participar en el Consejo Provincial del Aceite de Oliva. A través de reuniones periódicas con el sector de olivar se explicarán las medidas que se van a adoptar desde la Consejería de Salud y solventarán todas las dudas relacionadas con la guía y los protocolos de atención a trabajadores temporeros establecidos este verano y que ahora se han regulado mediante la orden de Salud Pública del 1 de septiembre.

El descenso de la producción ha sido mayor en términos de porcentaje en el resto de Andalucía, que ha bajado del millón de toneladas esta campaña, situándose en torno a las 980.000, casi un 7% menos que la media de los cinco últimos ejercicios y un 32,7% inferior a la prolífica campaña 2018/19. La provincia jienense tiene más superficie destinada al olivar que nunca, y se acerca a las 600.00 hectáreas. En esta última campaña han sido 586.921, dedicadas todas ellas a la aceituna para molturación.

Las salidas de aceite están siendo muy buenas a lo largo de los meses finales de la campaña comercializadora, aunque no así los precios, que siguen por los suelos, acumulando ya tres años de nula rentabilidad para la mayoría de los productores. El mes de agosto, por ejemplo, supuso un récord de salidas según los datos ofrecidos por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, que calificó el penúltimo mes de comercialización de la campaña oleícola 2019/20 como “histórico”. A pesar de ser una época con menor actividad por las vacaciones estivales, se registraron unas salidas de aceite de oliva superiores a las 122.400 toneladas, “por encima del ejercicio récord 2013-2014”. Así lo indicó el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva, Cristóbal Gallego, después de conocer los últimos datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, sobre la campaña oleícola 2019-2020.

“a pesar de la mejora, las cotizaciones siguen estando muy lejos de la rentabilidad del cultivo”

El “buen ritmo” de salidas ha permitido reducir el stock hasta las 620.000 toneladas. Por ello, a un mes de que se cierre el ejercicio oleícola, apuntaba que si el enlace con la siguiente campaña (la cantidad de aceite que se queda en ‘stock’) se sitúa por debajo de las 500.000 toneladas será una cifra “aceptable”, más si se tiene en cuenta que se espera una campaña 2020-2021 media-buena, según se comporten las precipitaciones otoñales. Igualmente, la bajada del stock mundial y la previsible caída de la producción de aceite de oliva del resto de países “han permitido que las importaciones estimadas de agosto (12.000 toneladas) sean menores respecto al resto de meses de la campaña. En este sentido, Gallego señala que “la falta de producto está animando el consumo de aceite de oliva de origen español”.

Pero el problema sigue estando en los bajos precios, que lastran por tercer año consecutivo a un sector que una gran mayoría produce sin rentabilidad. En la recta final de la campaña comercializadora el aceite de oliva virgen extra se situó por encima de los 2,13 euros y el virgen superaba los 1,8 euros. Por su parte, el lampante cotizó por más de 1,78 euros, su precio más alto en todo el año. No obstante, recalca el representante de Cooperativas Agroalimentarias, “a pesar de la mejora, las cotizaciones siguen estando muy lejos de la rentabilidad del cultivo”.

Para el presidente de la sectorial, los buenos datos comercializadores registrados demuestran el “esfuerzo titánico” que está realizando el sector oleícola para mejorar su posicionamiento en el mercado, pese a haber perdido una plaza como EEUU, su principal mercado fuera de la Unión Europea, que sigue imponiendo aranceles del 25% al producto. Al hilo, recuerda que el Gobierno estadounidense “sigue castigando” al aceite de oliva envasado de origen español con un arancel del 25 por ciento como represalia de un conflicto totalmente ajeno al sector agroalimentario. Sin embargo, Estados Unidos mantiene un buen ritmo de importaciones de aceite de oliva envasado, por encima de las 23.000 toneladas en julio (últimos datos disponibles), de las que apenas 1.300 toneladas procedían de España, la cifra más baja de los últimos 20 años. “Una tendencia que está provocando una pérdida de valor del aceite de oliva español envasado, mientras que países como Italia, Portugal y Túnez nos desplazan del mercado estadounidense”.

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