El truco infalible para olvidarse de las humedades en las paredes de casa

Sevilla/La humedad en las paredes es un problema bastante normal en muchas casas, sobre todo en habitaciones como el baño, ya que el contacto constante con el agua y la falta de ventilación favorecen la aparición. Las manchas de humedad y moho además de estropear la apariencia de nuestro hogar, también pueden ser un riesgo para la salud. La acumulación de humedad crea un ambiente propicio para el crecimiento de moho y bacterias, lo que empeora la calidad del aire y aumenta la posibilidad de problemas respiratorios.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aclarado que las personas que están expuestas a ambientes con altos niveles de humedad pueden sufrir infecciones respiratorias, asma, disnea, bronquitis e incluso rinitis alérgica.

¿Por qué aparece la humedad en las paredes?

La humedad en el hogar puede tener varias causas. En el caso de los baños y cocinas, la combinación de agua caliente y falta de ventilación hace que se de una condensación, lo que a su vez genera manchas en techos y paredes. Sin embargo, este problema no se queda aquí: en climas húmedos, o en viviendas que carecen de aislamiento adecuado, la humedad puede aparecer en cualquier habitación.

Las humedades más comunes en las paredes son el moho y las manchas oscuras. Este moho sale por la presencia de hongos que encuentran en las superficies húmedas el entorno perfecto para desarrollarse. Además de provocar alergias, el moho libera esporas que se dispersan por el aire, afectando la calidad del mismo y generando malos olores.

¿Cómo eliminar la humedad? Sal en las paredes

Un truco eficaz y bastante barato para combatir la humedad en las paredes es usar sal. La sal tiene la capacidad de absorber la humedad del ambiente gracias a su estructura cristalina, que atrae y retiene las moléculas de agua. Esto hace que sea una solución natural para mantener las paredes libres de humedad.

La sal puede utilizarse de manera muy sencilla. Para ello, puedes seguir estos pasos:

1. Rellena bolsas de tela con sal o calcetines viejos, preferiblemente sal gruesa. Esto va a hacer que la sal absorba la humedad del aire sin entrar en contacto directo con las superficies.
2. Pon las bolsitas por toda la casa, en las áreas propensas a la humedad, como esquinas de las habitaciones, el baño, la cocina o el sótano.
3. Cambia la sal de manera regular, ya que pierde su efectividad una vez que se satura de humedad, por lo que necesitas reemplazarla cada cierto tiempo.

Otros consejos para que no tengas humedad en casa

Aunque la sal es un buen método, no es lo único que puedes usar para evitar la humedad en tu hogar.

Para empezar, recuerda que debes tener una ventilación adecuada en tu hogar. Si mantienes las ventanas cerradas todo el tiempo, especialmente en habitaciones como el baño y la cocina, el vapor de agua y la humedad se acumulan en el aire y terminan afectando las paredes. Abre las ventanas un ratito cada día para que el aire circule y elimine la humedad.

Además, puedes usar deshumidificadores. Estos aparatos absorben la humedad del aire y ayuda a evitar que se forme moho y a mantener el ambiente seco.

Si tienes alguna y grieta, la humedad seguirá apareciendo, por lo que otra cosa importante para recordar es sellar cualquier grieta y reparar las filtraciones para evitar que el agua se acumule en las paredes.

¿Cómo eliminar el moho de las paredes?

Si ya tienes moho en las paredes, debes eliminarlo cuanto antes para evitar que se propague. Uno de los productos más eficaces para limpiar el moho es la lejía. Para usarla de forma segura:

1. Mezcla una parte de lejía por tres partes de agua en un pulverizador.
2. Pulveriza la mezcla sobre las manchas de moho y deja actuar durante unos 15 minutos. Luego, frota la zona con un cepillo para eliminar las manchas.
3. Por último y muy importante, asegúrate de enjuagar la zona con agua limpia para eliminar la lejía y seca bien la pared para evitar la aparición de nuevas manchas.

Recuerda que debes utilizar guantes y ventilar bien el área mientras se utiliza lejía para evitar la inhalación de vapores.