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SOCIEDAD
Finalizada la Semana Santa son muchos los que tienen la mente puesta en la Feria y en el horizonte emerge con fuerza las vacaciones de verano. Es lo que tiene ver salir el sol después de tantos días viendo pasar borrasca tras borrasca. Las ganas de salir y sentarse a tomar algo en la terraza de un bar aumentan y es algo que se contagia a todos los lugares del Mundo. Si hay algo que destaca de España es su hospitalidad y la cantidad de (buenos) servicios que ofrece al turista. Pero, ojo, porque hay una tendencia al alza que está preocupando, y mucho, a aquellos que piensan visitarnos en las próximas semanas o meses. Sobre todo a los que provienen de Reino Unido ¿Por qué? Por el efecto que está teniendo un artículo publicado en The Sun, que enfatiza en un aspecto otrora desconocido para ellos. Esta es la última tendencia en los bares españoles que preocupa a los turistas británicos y puede influir con vistas al próximo período estival.
Lleva ya un tiempo insistiendo la Organización de Consumidores y Usuarios sobre las cosas que te cobran y no sabes en el mundo de la hostelería. Que si el IVA, que si el cubierto, que si un plus por la reserva, un aperitivo que te ponen sin pedirlo...¿Te pueden cobrar por el agua de grifo en un bar? Las aristas se multiplican y las autoridades siguen poniéndole cerco, pero hay aspectos que sí son legales y que a los turistas les afecta incluso en mayor proporción. Como intentar sentarte a comer en una terraza y que te cobren un buen pellizco por ello. "La astuta regla que sorprenderá a los británicos de vacaciones en España y le costará hasta 119 libras", titulan en The Sun.
No les falta razón (a medias). Porque sí. Los suplementos por utilizar una mesa en la terraza, o por sentarse en una mesa en lugar de en la barra, entran dentro de la ley. Eso sí, los establecimientos tienen que indicarlo e informar con antelación, tanto en el menú como en el local, viéndose reflejado posteriormente en la factura que se emita al cliente.
En la famosa publicación británica se hacen ecos de casos concretos en los que "antes de realizar el pedido, se advertirá a los visitantes sobre los costes adicionales por sentarse fuera y puede ser que no paguen 8,5 libras explícitamente, pero estos costes se suman para aumentar el precio de cada plato del menú si se sirve en la terraza". Es decir, que existe una carta diferente, con diferentes precios, como ocurre en algunos lugares en los que no se pueden consumir tapas, por ejemplo.
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