Así son los fraudes digitales de las fiestas navideñas: “Familiar en apuros”
Si nos llega un mensaje donde alguien pide dinero por medio de bizum o transferencia bancaria, debemos llamar directamente a esa persona y confirmar la información
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La ciberdelincuencia se encuentra a la orden del día. Es inevitable; y más en un mundo tan digitalizado como el nuestro. En este contexto, los estafadores buscan nuevas vías para ocultar sus engaños e incluso se aprovechan de ocasiones tan especiales como la Navidad o las cenas de Fin de Año. “Familiar en apuros”, es el nuevo fraude al que debemos prestar especial atención para evitar disgustos en estas fechas, ya que podría salirnos muy caro.
“Los fraudes digitales se disparan en Sevilla y suponen ya un 17% de los delitos totales, según los datos del Ministerio del Interior”, recoge la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), a través de una nota de prensa emitida desde su delegación en la capital hispalense. Asimismo, la entidad sostiene también que “estas fechas pueden ser idóneas para delitos similares por los frecuentes desplazamientos fuera del domicilio”.
En qué consiste la estafa del "familiar en apuros"
“El estafador, mediante mensajes de WhatsApp o cualquier aplicación de mensajería electrónica, se hace pasar por un familiar, que ha perdido su teléfono móvil y, a la vez, pide dinero para alguna situación de apuro”, explica la organización en el mismo comunicado. Por ello, se recomienda extremar las precauciones si recibimos solicitudes de este tipo, independientemente de la persona que asegure estar detrás del mensaje.
El principal problema radica en que, al aumentar los desplazamientos, es más sencillo que la víctima caiga en el engaño, porque es más probable que no tenga constancia en cada momento de dónde se encuentra su hijo u otra persona del entorno familiar más cercano. Además, para efectuar este tipo de estafa ha sido necesario que, previamente, el autor de los hechos haya tenido acceso a la información personal de los estafados. Para evitarlo, es aconsejable evitar ciertas prácticas como, por ejemplo, tirar las cajas o envoltorios que nos llegan por correo sin retirar la etiqueta con nuestros datos. Ahí figura el DNI, el teléfono móvil y el nombre completo de quien ha recibido la entrega.
Es recomendable, siempre, comprobar la información
Ante esta situación, “la OCU aconseja, antes de nada, confirmar el problema llamando directamente al familiar para preguntarle por su estado, no haciendo nada hasta no contactar de forma que se pueda confirmar fehacientemente su identidad”. Esto es muy importante en casos en los que se pide alguna transacción económica, ya sea a través de bizum o transferencia bancaria.
Por su parte, el Real Decreto-Ley 19/2018, de 23 de noviembre, de servicios de pago y otras medidas urgentes en materia financiera y de la legislación de consumidores y usuarios, sostiene que “el banco asumirá la responsabilidad de los pagos no autorizados y denunciados por los usuarios”. Sin embargo, como recuerda la OCU, “la jurisprudencia estable la salvedad de que el cliente haya actuado con dolo o negligencia grave”.
En el caso de supuestos como el planteado, en el que una persona se vea involucrada en la estafa del familiar en apuros, la OCU considera que “el consentimiento implícito en la autorización debería considerarse nulo”, al mediar la estafa o el engaño para conseguir la mencionada aceptación.
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