¿Qué son las corrientes de retorno y cómo salir de ellas?
Miles de personas se agolpan estos meses de verano en las playas de Andalucía, las que más banderas azules tiene de toda España este 2024. Nuestra comunidad suma 132,33 kilómetros de playas que han obtenido este reconocimiento.
Las playas de Andalucía son sinónimo de calidad, buenos accesos y mejores servicios, predominando la arena dorada y las aguas cristalinas pero ello no quiere decir que en algún momento pueda verse sorprendida por incómodos días con viento de Levante en el litoral gaditano, algún episodio aislado de aparición de medusas en la zona de Huelva o una corriente, habitualmente de retorno, que nos meta el miedo en el cuerpo si no actuamos con prudencia.
¿Qué son las corrientes de retorno y cómo salir de ellas?
Según el Servicio de Emergencias 112 Andalucía:"Ojo a las corrientes de retorno o de resaca porque son una importancia amenaza de ahogamiento incluso para los nadadores más experimentados. Se distinguen por aparecer como un canal estrecho con un oleaje más calmado o casi inexistente en medio del agua", avisan en su canal de X, animando a desconfiar de esas zonas de una misma playa donde el oleaje es mejor y a "salir del agua inmediatamente si tienes escalofríos persistentes, notas fatigas o malestar, sientes picores en vientre o brazos y tienes vértigo o zumbido en los oídos"
Desde el punto de vista técnico, las corrientes de retorno son un flujo de agua que corre rápida y perpendicularmente desde la costa en dirección mar adentro. Son esas corrientes que sentimos cuando intentamos nadar dirección a la orilla pero nos empujan hacia dentro. Puntos concretos del mar que constituyen uno de los principales riesgos para los usuarios de playa, que quieren evitar ser arrastrados hasta aguas profundas. Para conseguir salir de ellas los técnicos de Emergencias 112 Andalucía indican una serie de recomendaciones.
Haz señales de auxilio para que puedan ayudarte
Lo primero que debemos hacer, cuando veamos que algo no marcha como debería y sentimos que no somos capaces de solucionarlo, es pedir auxilio. De una forma tranquila, pero con la mayor visibilidad posible, movimiendo los brazos con energía y en movimientos prolongados, para llamar la atención de los socorristas u otros bañistas que se percaten y puedan dar la voz de alarma desde la orilla.
No nades contra la corriente
Una vez esperamos la llegada de alguien que venga a ayudarte, si te ves arrastrado, mantén la calma y no nades contra la corriente. De poco sirve intentar luchar contra este tipo de corrientes porque es casi imposible superarlas, incluso para los nadadores más expertos.
Nada en paralelo a la playa
Lo que si debemos procurar hacer es nadar en paralelo a la playa porque habitualmente este tipo de corrientes se producen en una cuota de terreno determinada y si logramos nadar unos metros a derecha o izquierda probablemente su intensa disminuya y podamos descansar sin aumentar nuestro temor porque nos estamos separando más de la orilla.
Una vez fuera, ve directo a la orilla
Por último, aunque parezca muy obvio, los técnicos de Emergencias recuerdan que una vez consigamos salir de la corriente de retorno, y aunque nos encontremos bien físicamente y ya a salvo, hay que ir directos a la orilla para descansar del susto y comprobar que el organismo está recuperado durante unos minutos. Además, ese día los baños se limitarán a estar en la orilla una vez conocido el estado del mar.
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