Así de fácil es comprar un arma blanca
Delincuencia
La detención de una pandilla de menores que sembró el pánico en Sevilla en el barrio de Los Remedios la pasada noche de Halloween hace cuestionarnos sobre el acceso de esos menores a armas blancas como navajas y cuchillos que llevaban encima para intimidar junto al anonimato de sus disfraces.
Pero, ¿es tan fácil comprar armas blancas? El acceso de estos a cuchillos, navajas y cualquier otro arma que se ocurra puede responder al fácil recurso de cogerlo en casa de la cocina, del garaje o de cualquier otro lugar en el que los progenitores las guarden. Las armas de colección o de caza también puede ser una fuente de inspiración para pequeños delincuentes potenciales.
Pero, de no encontrarlas en casa, ¿Dónde se pueden comprar? Hay múltiples lugares en las que conseguirlas: ferreterías, cuchillerías, centros comerciales, tiendas de caza y armerías. En cualquiera de estos lugares es imprescindible ser mayor de edad para comprar las potenciales armas y el DNI será pedido siempre para la venta de estos utensilios.
También por internet
En sitios no físicos como resulta el caso de las webs especializadas en cuchillos y armas el proceso es similar, el DNI siempre es imprescindible junto a la tarjeta de crédito. Sitios como Amazon y Aliexpress también los venden y es fácil su compra.
Cualquier persona mayor de edad puede llevar una navaja por la calle de un sólo filo cuya hoja tenga menos de 11 centímetros. Estos 11 centímetros deben estar medidos desde el reborde o tope del mango, hasta el extremo de la hoja. Sin embargo, las hojas que son mayores de 11 centímetros, y que igualmente se pueden conseguir en los lugares mencionados, son legales si son para uso en casa o para coleccionismo particular. Es legal también para personas cuya profesión se base en el uso de estos utensilios para su desempeño.
También te puede interesar
Lo último
Encuentro de la Fundación Cajasol
Las Jornadas Cervantinas acercan el lado más desconocido de Cervantes en Castro del Río (Córdoba)
Marco Socías | Crítica
Guitarra elegante y elocuente