Si me toca la lotería y estoy separado, ¿tengo que compartir el premio?

Ahora que falta poco para la Lotería de Navidad, es inevitable pensar en todo lo que podríamos hacer si nos tocase el Gordo: un codiciado premio que otorga 400.000 euros a cada décimo premiado. Sin embargo, resultar ganadores también puede presentar algún que otro problema en determinadas situaciones. Especialmente, si nos encontramos separados o en proceso de divorcio. ¿De qué manera se reparten entonces las ganancias?

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 se registró un total de 80.065 casos de separación y divorcio. Si bien esto representa una disminución del 5,3% con respecto al año anterior, continúa siendo una cifra bastante elevada que hace más probable el ver involucrado durante el proceso algún premio de la Lotería de Navidad, en el que además uno de los dos no quiera compartir las ganancias.

Legislación sobre el reparto de bienes

Es en ese momento cuando surgen preguntas sobre las implicaciones legales y económicas al respecto. Como punto de partida, la repuesta la podemos encontrar en el artículo 1351 del Código Civil, que establece lo siguiente: “Si el matrimonio es en gananciales, se reparte el 50% para cada uno”.

Por otro lado, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) subraya que, en el caso de que el régimen económico sea de separación de bienes, "el premio es del que lo haya comprado, salvo que se pueda acreditar que se haya comprado a medias”. En este último supuesto, hay que tener presente que el décimo de Lotería es un documento al portador y, en principio, el premio lo recibe quien lo tiene en su poder.

Gananciales o separación de bienes

Además, las relaciones y los procesos de separación son más complejos de lo que cabría esperar. Por ello, una de las preguntas más formuladas es qué sucedería en el caso de hallarse en pleno proceso de divorcio. Si dos personas han contraído matrimonio en gananciales, el premio es de los dos; y, por lo tanto, el régimen seguirá vigente mientras duren los pleitos.

Por otro lado, si hablamos de la separación de bienes, todo parece muy claro hasta que los dos compran conjuntamente el boleto de la Lotería. Si el dinero que se ha utilizado es de ambos y hay pruebas de ello, el premio debe repartirse de manera proporcional. Sin embargo, se trata de una situación algo complicada en la que suele haber muchas discrepancias. Con el fin de evitar problemas, la OCU aconseja entregar una copia firmada a cada participante, pagar la parte correspondiente antes del sorteo e identificar en el banco a las personas implicadas, de manera previa a la entrega del premio.

Además, esto es lo que sucedería también en el caso de las parejas de hecho: el premio siempre corresponde al que lo ha buscado y comprado, salvo que la otra parte demuestre haber sido partícipe de ello. Más allá de las relaciones de pareja, compartir el décimo de la Lotería es una práctica muy extendida entre amigos, familiares o compañeros de trabajo. Se trata de una forma de aumentar las posibilidades compartiendo la ilusión de la Lotería de Navidad. Eso sí, es recomendable que la implicación de cada uno conste por escrito.