La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Cambio horario
El año pasado, el pleno de la Eurocámara respaldó -por 410 votos a favor, 192 en contra y 51 abstenciones- retrasar a 2021 la eliminación del cambio de hora bianual en la Unión Europea y no en abril de 2019 como planteó inicialmente la Comisión Europea hace unos años.
Según los plazos contemplados por la Eurocámara, en un principio, en los países que quieran quedarse con el horario de verano los ciudadanos cambiarían por última vez el reloj en marzo de 2021 y en octubre de 2021 si sus países se decantan por el horario de invierno. Esa decisión, la del uso horario que quieren tener, debió ser comunicada por los países a Bruselas en abril de 2019.
El cambio de hora a nivel europeo devino por las circunstancias económicas de 1973-1974, en medio de la crisis del petróleo derivada del embargo de la OPEP (Organización de países exportadores de petróleo) como respuesta a la guerra del Yom Kippur. En ese contexto, algunos países decidieron adelantar los relojes para aprovechar mejor la luz solar y consumir menos electricidad.
Actualmente, quien regula el tema no es España, sino la Directiva Europea 2000/84, que empezó a regir en el país a partir del 3 de marzo de 2002. En ella se especifica que los cambios de hora se realizan el último domingo de cada marzo (el reloj se adelanta) y el último domingo de cada octubre (el reloj se retrasa).
España , verdaderamente, se encuentra en una franja horaria que no le corresponde. Fue debido al dictador Francisco Franco quien lo decidió porque era el horario de Alemania, algo que se plasmó el 2 de mayo de 1942, cuando se adelantó una hora el reloj. Según algunos expertos, si España estuviera en la zona horaria que le corresponde, por posición geográfica, se daría un aumento del gasto de los ingresos de las familias, ya que los horarios de trabajo se readaptarían (de 9:00 a 17:00 como en Europa) y los ciudadanos tendrían más tiempo para el ocio.
Algunos opinan que esta sería una excelente oportunidad para, con la misma luz que hay en la actualidad durante gran parte del año, poder madrugar algo más y acostarnos antes. De esta forma, la jornada laboral, la escolar y los horarios comerciales podrían también comenzar antes.
En el horario de verano tendríamos la misma luminosidad si nos levantamos una hora antes, lo que no ocurriría con el de invierno. Esto implicaría, como ya se mencionaba antes, el acortamiento de la jornada laboral y más jornadas intensivas. De cualquier modo, insisten los expertos, lo importante es no seguir cambiando las horas. Eso ocurrirá, si todo va bien, en 2021.
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