¿Cómo secar la ropa rápidamente en los días de lluvia?

Sevilla/El otoño y el invierno vienen con humedad, temperaturas bajas y, en muchos casos, días de lluvia que parecen interminables. Esto es un problema cuando llega el momento de poner la lavadora, ya que secar la ropa en interiores puede ser complicado y, si no se hace bien, puede llevar a que las prendas tengan un olor a humedad bastante desagradable. Pero no te preocupes, aquí te traemos algunos trucos que te ayudarán a mantener tu ropa seca y sin olores incluso en los días húmedos de lluvia.

Trucos para secar la ropa en días de lluvia

Dale espacio a las prendas

Cuando se tiende la ropa en el interior, es importante no amontonar las prendas y asegurarse de que cada pieza tenga espacio suficiente. Las prendas colocadas demasiado cerca entre sí pueden generar acumulación de humedad, lo que hará que tarden más en secarse y que exista un mayor riesgo de mal olor.

Aprovecha el centrifugado de la lavadora

La mayoría de las lavadoras actuales incluyen un ciclo de centrifugado extra que ayuda a eliminar la mayor cantidad de agua posible antes de sacar la ropa. Esto reduce considerablemente el tiempo de secado, ya que las prendas salen con menor contenido de humedad. Para hacerlo, basta con esperar a que el ciclo de lavado termine y repetir solo el centrifugado.

Usa un deshumidificador o calefactor

Un deshumidificador es especialmente útil en días lluviosos, ya que ayuda a reducir la humedad del ambiente y, por ende, facilita el secado de la ropa. También puedes usar un calefactor en la habitación donde tengas el tendedero. Eso sí, es importante que el calefactor esté a una distancia prudente de la ropa para evitar que se dañe o que el aire caliente genere marcas.

Aprovecha el aire frío

Aunque pueda parecer que el aire frío no es útil para secar la ropa, lo cierto es que el viento también ayuda a eliminar la humedad de las prendas. Si tienes una habitación donde puedes abrir la ventana sin que entre la lluvia o un exceso de frío, deja que entre el aire fresco. Esto facilita la circulación de aire y ayuda a evitar la formación de moho y esto es fundamental para mantener el ambiente seco y evitar que la ropa adquiera olor a humedad.

Lava menos cantidad de ropa a la vez

Aunque el precio de la luz puede hacer que queramos llenar la lavadora al máximo para ahorrar, lo cierto es que lavar menos cantidad de ropa en cada ciclo facilita el secado. Al colgar la ropa en el tendedero, esta tendrá más espacio entre cada prenda, lo que permite una mayor circulación de aire y una reducción en el tiempo de secado. Si haces lavadoras más pequeñas, no solo secarás la ropa más rápido, sino que también evitarás el desagradable olor a humedad.

Tiende la ropa a primera hora de la mañana

En invierno, los días son más cortos y las temperaturas suelen ser bajas, por lo que aprovechar las horas de luz es clave. Tiende la ropa a primera hora de la mañana para beneficiarte de cualquier rayo de sol que pueda entrar en casa y, en general, de las temperaturas un poco más altas del día. Aunque no estés al aire libre, la luz natural ayudará a reducir la humedad y hacer que la ropa se seque antes.

Usa perchas para colgar ciertas prendas

Algunas prendas, como camisetas o camisas, pueden colgarse directamente en perchas. Esto no solo ayuda a que se sequen más rápido, sino que también evita que se arruguen.

Secado en capas

Si estás utilizando un calefactor o un deshumidificador, puedes colocar las prendas más gruesas en la parte superior y las más finas en la parte inferior del tendedero. Esto permite que las prendas finas reciban más calor y se sequen antes, mientras que las más gruesas, al recibir el calor indirectamente, tardan un poco más pero igualmente se secan.

El truco del paño de microfibra

Si necesitas que una prenda se seque aún más rápido, coloca un paño de microfibra debajo de la prenda y presiona con cuidado. La microfibra absorbe el exceso de humedad sin dañar la prenda.

Secar la ropa bien no solo evita el desagradable olor a humedad; también es algo bueno para la salud. La humedad acumulada en las prendas puede hacer que se creen bacterias y moho, lo que puede provocar problemas respiratorios y reacciones alérgicas. Además, las prendas húmedas pueden irritar la piel, especialmente en personas con piel sensible.