La ventana
Luis Carlos Peris
Realidad tras unos sueños infundados
En la España de la posguerra, una peculiar moneda se abrió camino en la circulación de manera accidental, pasando desapercibida durante décadas. Se trata de las piezas acuñadas en 1946 con el busto del dictador Francisco Franco, obra del prestigioso escultor Mariano Benlliure. Lo que pocos saben es que estas monedas esconden una curiosa historia de controversia y modificaciones artísticas.
Corría el año 1946 cuando el caudillo encomendó a Benlliure la creación de su busto para las nuevas monedas del régimen franquista. Sin embargo, la primera emisión, fechada en ese mismo año y con estrellas *19-48* en el reverso, no agradó a los asesores de Franco. El motivo: una protuberancia saliente en la parte final del cráneo del dictador, un detalle escultórico que generó polémica en los círculos de poder.
Ante las críticas, se hizo necesario retocar la imagen del busto. Esta tarea recayó en el grabador Manuel Marín, quien suavizó la forma del cráneo redondeando el cogote. El diseño final, con ligeras modificaciones, se mantuvo en la mayoría de las monedas españolas hasta el final de la dictadura.
Lo que pocas personas saben es que un número indeterminado pero muy reducido de las piezas con el diseño original de Benlliure, fechadas en 1946, se pusieron en circulación por error. Al ser muy similares al modelo retocado por Marín de 1947, estas monedas pasaron inadvertidas durante años.
Hoy en día, las monedas de 1946 con el busto original de Franco son consideradas una rareza numismática de gran valor. Su precio puede oscilar entre los 2.500 y los 6.000 euros, dependiendo del estado de conservación de cada ejemplar. Coleccionistas y entusiastas de la numismática buscan hacerse con estas piezas únicas, testigos de un capítulo singular en la historia monetaria española.
Más allá de la polémica moneda, Mariano Benlliure y Gil fue un escultor de gran prestigio en su época. Su talento le valió el honor de ser retratado en los billetes de 500 pesetas emitidos en 1951, un reconocimiento reservado a las figuras más destacadas de la cultura y el arte españoles.
La historia de las monedas de 1946 con el busto de Franco esculpido por Benlliure es un fascinante episodio de la numismática española. Una pieza que nació envuelta en polémica, circuló por error y acabó convirtiéndose en un codiciado tesoro para coleccionistas. Un pequeño trozo de metal que encierra en sí mismo un relato de arte, política y azar.
La puesta en circulación de la polémica moneda de 30 euros conmemorativa del 1.300º aniversario del Reino de Asturias donde apareció por vez primera una efigie de la princesa Leonor, fue duramente criticada por la poca similitud entre la heredera al trono y su equivalente numismático, no es la primera ni será la última que cree polémica con su emisión.
La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FMNT) acuñó en 2015 dos nuevas monedas con la efigie de Felipe VI, valor facial de 200 euros, y con un coste de 675 euros, y otra de 10 euros y un precio de 45 euros. Las monedas crearon tensión política en España ya que conmemoraba los "70 años de paz" en Europa, tras el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
Evidentemente desde 1945 a 1975, tres décadas entre una fecha y otra, España estuvo subyugada al Régimen franquista. El lema, de otra parte, se asemeja al que utilizó Franco para conmemorar los "25 años de paz" al cumplirse un cuarto de siglo del fin de la Guerra Civil.
La Casa Blanca, poco exenta de polémica en sus movimientos desde que Donald Trump es presidente de los EEUU, dio a conocer una moneda conmemorativa de la cumbre entre el presidente de EEUU y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, con ambas autoridades como protagonistas. En la medalla está escrito "Charlas de paz" en la parte superior con la efigie de los presidentes. Kim es descrito como "líder supremo de Corea del Norte". Esto, unido a que la primera fecha de la reunión de ambos mandatarios aún estaba en el aire, causó un revuelo monumental en la opinión pública de los EEUU. Tras anunciarse que la reunión inicial se suspendía, la moneda conmemorativa fue solicitada para ser comprada por tantos coleccionistas, que el valor ascendió meteóricamente. Finalmente la reunión se celebró en junio de 2018 en Singapur. A día de hoy aún se puede adquirir a un valor de 100 dólares.
Imaginen por un momento que en una de las monedas del bolsillo o la cartera pusiera "Espaa", en lugar de España. Ahora sólo hay que exportar esta idea a Chile. La moneda de 50 pesos fue emitida con la leyenda "Chiie"en lugar de Chile, al lado del libertador Bernardo O'Higgins. Fueron acuñadas en el año 2008, y originaron que el director de la Casa de Moneda chilena, Gregorio Íñiguez, fuese despedido por el organismo. La propia Casa de la Moneda expresaba que no había sido echado por este hecho, sino porque "no encajaba su perfil"; aseguraba además que todo se había debido a "un error en las máquinas" que acuñaron las monedas. La moneda actualmente es muy codiciada por los coleccionistas. Se Paga entre 15 y 20 euros por tal moneda.
Año 2013. En Eslovaquia se cumplían 1.150 años de la llegada de san Cirilo y san Metodio, los evangelizadores de los pueblos eslavos, y que también son, por decreto de Juan Pablo II, santos patronos de Europa. Para celebrar el aniversario, el Banco Nacional de Eslovaquia se dispuso a acuñar decidió acuñar unas monedas conmemorativas de 2 euros que representaran en el anverso los santos Cirilo y Metodio con una cruz. Cuando el país enseñó a Bruselas el diseño, la UE fue tajante: las cruces de la estola de uno de los santos y las aureolas de los santos debían desaparecer porque algunos Estados miembros objetaron que las monedas de euro no deben llevar símbolos religiosos. Bruselas no se opuso a la cruz de dos travesaños pues es el símbolo nacional eslovaco y está en el escudo y la bandera y también en las monedas ordinarias de euro acuñadas en el país.
La Comisión explicó que no se debe dar preferencia a los símbolos de una determinada religión, y por tanto se ordenó un nuevo diseño del valor de dos euros. El Banco Nacional de Eslovaquia realizó una adaptación para quitar las aureolas y las cruces, pero la opinión pública del país entró en cólera y pidió volver al diseño original, saltándose las recomendaciones europeas. Finalmente todo acabó bien gracias a que la UE retiró sus alegaciones, con lo que se pudo volver al diseño original.
El 18 de junio de 1815 las tropas de Napoleón obtuvieron una denigrante derrota a manos de los ejércitos de Gran Bretaña, Holanda y Alemania capitaneados por el Duque de Welligton cerca de la localidad belga de Waterloo. Para conmemorar los 200 años de la batalla Bélgica presentó en noviembre de 2014 un proyecto para acuñar una moneda de dos euros conmemorando la batalla. Francia inmediatamente vetó su tramitación porque veía "peligroso" que circularan monedas con un signo negativo para algunos sectores de la población europea. A consecuencia de la petición francesa, Bélgica retiró el proyecto.
Posteriomente los belgas se saltaron el veto emitiendo una moneda conmemorativa de colección con valor facial de 2 euros y medio.
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