Qué es la refrigeración por evaporación y cómo puede poner fin al calor en casa

El enfriamiento evaporativo o enfriamiento por evaporación es un hecho natural, su ejemplo más claro y más común es la transpiración o sudor, algo que todas las personas experimentan a diario. Según se transpira la evaporación, absorbe calor para enfriar el cuerpo.

La base de este proceso es el hecho de que es necesario aplicar calor al agua para convertirla en vapor. Cuando tiene lugar la evaporación, el calor se toma del agua que permanece en estado líquido, lo que da como resultado un liquido más frío. Es decir, un proceso natural basado en utilizar el agua cono refrigerante. Su principal uso es la refrigeración de alimentos, de hecho, en la actualidad más de dos tercios de las instalaciones en la industria del alimento usan este sistema. La principal ventaja que tienen estas instalaciones para la industria es que permite prolongar la conservación de los alimentos porque reduce la temperatura de almacenamiento.

¿Consumen menos los climatizadores evaporativos?

Además, un climatizador evaporativo permite un gran ahorro de energía. Por otra parte, su utilización para al refrigeración de viviendas también es posible. La denominada bioclimatización permite la posibilidad de enfriar una casa de una forma sencilla y natural. En este caso, el climatizador evaporativo haría pasar el aire caliente que se encuentra en la casa por el ventilador. Con el filtro que lleva una cortina con micropartículas de agua se refresca el aire que llega, de esta forma también se eliminan del aire los restos de polvo u otras sustancias que puedan provocar reacciones alérgicas y ensuciar el ambiente.

Para que el proceso tenga lugar de manera adecuada, hay que tener en cuenta una serie de aspectos dentro de la casa donde se quiera instalar, para que la refrigeración por evaporación funcione bien se deben poder abrir las puertas y ventanas. También hay que tener en cuenta que es necesario llenar el depósito de agua, y por último, que cuanto más calor haga y menor se la humedad, mejor funcionará este sistema. De esta forma, hay que tener en cuenta la temperatura, dónde se va a instalar y el tamaño de la estancia. Para grandes estancias el precio ronda los 300 euros.