¿Por qué ahora que puedes quitarte la mascarilla no lo haces? Te contamos el motivo

El síndrome conocido como "de la cara vacía" dispone de una serie de síntomas que empiezan a darse en el momento en el que la persona se da cuenta de que no lleva nada que le cubra la cara

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El Síndrome de la cara vacía se ha visto incrementado por la eliminación de la obligatoriedad de llevar mascarillas
El Síndrome de la cara vacía se ha visto incrementado por la eliminación de la obligatoriedad de llevar mascarillas
Redacción

23 de febrero 2022 - 12:33

El conocido como 'Síndrome de la cara vacía' no se encuentra dentro de los estándares de psicología o trastornos mentales pero es cada vez más común entre la población. Se conoce así a la sensación de inquietud que se siente al encontrarse sin mascarilla tras más de un año de uso de este tipo de accesorios de protección sanitaria contra la pandemia del coronavirus.

Así lo ha explicado José Antonio Galiani, psicólogo en el Centro Psicosanitario Galiani, al medio especializado NIUS: "El estrés deja huella, ahora hay que reconectar con las facciones. Para Gemma Ramírez, Coach, es esencial romper "la frontera invisible que inevitablemente aparece cuando llevamos mascarilla”. En muchos casos, esta nueva sensación ocasiona sentimientos de estrés y ansiedad, llegando en muchos casos a padecer 'agorafobia', miedo a los espacios abiertos pero en esta situación a ir sin mascarillas.

Provoca nerviosismo, inquietud y ansiedad

El síndrome conocido como de la cara vacía dispone de una serie de síntomas que empiezan a darse en el momento en el que la persona se da cuenta de que no lleva nada que le cubra la cara. José Antonio Galiani explica que estos síntomas empiezan con los signos cognitivos: “Me puedo contagiar, la gente es una inconsciente, me siento desprotegido”. A estos les siguen aquellos signos de orden emocional, a los que acompañan sensaciones de miedo, angustia o ansiedad que conectan de manera irremediable con el sistema psicofisiológico. Esto provoca nerviosismo, sudoración, dolores o inquietud.

Todo ello desencadena en una conducta que, tal y como señala Galiani, “se dan los casos de no querer socializar, la protección exagerada y la evitación”. Por lo tanto, las conductas que eran naturales ahora hay que trabajar para “recuperarlo, reconectando poco a poco”. Las consultas de psicólogos están llenas de personas que se obligan a llevar la mascarilla por miedo. Para el psicólogo “ahora nos sentimos vulnerables, desprotegidos, expuestos”. De hecho, si estas conductas no se normalizan pueden desembocar en un camino largo y dificultoso.

Con el fin de la obligatoriedad de llevar mascarillas en espacios abiertos este trastorno es cada vez más frecuente. El psicólogo Jorge Lareo lo expone de la siguiente manera: "Hemos pasado mucho tiempo resguardados tras la mascarilla y algunas personas pueden haber desarrollado un rechazo a mostrar sus rasgos faciales y expresiones".

Para Gemma Ramírez es primordial trabajar en las expectativas de carácter aprehensivo y contar con una buena actitud hacia la llegada de la nueva normalidad: “Centrarnos en los beneficios de respirar aire puro y dar un paso más a ser lo que éramos antes”. No obstante, la especialista incide en que hay que dejar la mascarilla cuando uno se siente preparado. Para Galiani la autoestima también tiene mucho que ver, “los miedos a cómo me verán los demás”. La imagen detrás de una mascarilla genera una falsa confianza, cuando esta desaparece es cuando notan que “les falta algo”.

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