Cómo quitarse los guantes de forma correcta
Coronavirus
Los guantes desechables son una forma de protección ante contagios, pero también pueden ser peligroso si no sabemos quitárnoslos
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Agotados en la mayor parte de supermercados y farmacias, los guantes desechables de diferentes materiales se han convertido junto con las mascarillas o los geles hidroalcohólicos en objeto de deseo de miles de españoles desde antes incluso de decretarse el Estado de Alarma por la emergencia sanitaria del Covid-19. Muchos los usan a diario en sus salidas a la compra, algunos lo hacen en el trabajo y hay quien incluso los utiliza dentro de casa, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha transmitido en varias ocasiones que solo es recomendable para personas infectadas o aquellas que trabajan o conviven con enfermos.
¿Por qué? Primero, porque no son antisépticos, y basta con tocarse la cara con ellos para contagiarse (si están contaminados). Segundo, porque transmite, dice la OMS, una falsa sensación de seguridad. Y tercero, porque hay que saber utilizarlos y, sobre todo, quitárselos, ya que si no se hace correctamente las manos limpias pueden terminar entrando en contacto con la superficie contaminada del guante.
Personal con experiencia en el uso de guantes protectores, especialmente del ámbito sanitario, han venido publicando multitud de tutoriales en forma de infografías, explicaciones verbales y vídeos. La propia OMS, Sanidad, consejerías autonómicas y otras autoridades sanitarias han publicado guías al respecto.
La fórmula es sencilla, pero requiere atención y cuidado: en primer lugar hay que pellizcar la parte inferior de uno de los guantes, a la altura de la palma, y tirar de él hacia afuera hasta sacarlo. El guante se recoge con la mano protegida y con la que ya ha quedado al descubierto se procede a retirar el segundo guante introduciendo uno de los dedos por el interior de la mano y luego tirar hacia arriba hasta sacarlo. Con este procedimiento se le da la vuelta completamente al guante, quedando ahora la parte interior hacia afuera, por lo que ya puede tocarse con las manos y usarlo para envolver el primer guante y tirar ambos a la basura.
El procedimiento es tan sencillo como lógico, y responde a una premisa básica: hay que tener en cuenta que cualquier parte del guante puede estar contaminada, salvo el interior, por lo que se tiene evitar siempre tocarlo con la mano desnuda.
Con todo, tanto el Ministerio de Sanidad como la OMS insisten en su advertencia de que la mejor forma de evitar contagios es, además de mantener la distancia de seguridad de dos metros (uno como mínimo), lavarse las manos con jabón de forma frecuente y procurar no tocarse nunca la zona de los ojos, la boca o la nariz si las manos no están limpias.
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