La proliferación de las casas de apuestas aumenta la adicción entre jóvenes
Ludopatía
Varias asociaciones denuncian que los menores de edad no tienen problemas para acceder a estas salas pese a tenerlo prohibido.
La proliferación de las casas de apuestas como locales de ocio ha hecho que aumente la adicción al juego entre jóvenes e incluso menores de edad, que no suelen tener problemas para acceder a las salas pese a tenerlo prohibido, según la denuncia de varias asociaciones.
Héctor, de 25 años, lleva diez meses en la Asociación para la Prevención y Ayuda al Ludópata (Apal) para tratar su adicción, que arrastra desde que tiene 17 años, cuando empezó a hacer apuestas de un euro con amigos. "Vine obligado por mi familia después de robar a mi hermana, a mi madre, a mi pareja y a mi jefe, que me pilló y me echó del trabajo", cuenta Héctor a Efe.
El joven vive en el madrileño barrio de Vallecas donde hace unos años recuerda que había un único salón de juegos por la zona más próxima a su casa, mientras que en la actualidad "hay seis o siete". "No hay control (respecto a la edad de los clientes), lo que quieren es tu dinero", dice Héctor, que conoce a "bastante gente" de su edad que frecuenta este tipo de locales.
Incluso ha observado en las puertas de colegios e institutos a personas que reparten publicidad de este tipo de locales, cada vez más numerosos en la región.
Las casas de apuestas y salones de juego han crecido un 300 % en los últimos cinco años en la región, ha denunciado recientemente la Federación de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm).
"El perfil que vemos es el de personas jóvenes, sobre todo chavales para los que está muy normalizado quedar en estos locales para ver los partidos de fútbol", señala a Efe la responsable del Grupo sobre Casas de Juego y Apuestas de la Fravm, Silvia González.
En Madrid capital cinco distritos acumulan el mayor número de locales de juego y apuestas: Carabanchel (73 establecimientos), Centro (72), Puente de Vallecas (63), Tetuán (61) y Ciudad Lineal (50), según datos de la Fravm, cuya responsable señala que "son zonas de población vulnerable".
Y es que las personas con pocos recursos económicos suelen frecuentar este tipo de locales, cuya proliferación, unida a su concepción como locales de ocio, atrae a clientes cada vez más jóvenes, advierten asociaciones como Apal.
"Los jóvenes se reúnen allí, les dejan beber y fumar y se gastan hasta lo que no tienen", lamenta el presidente de la asociación, Victoriano Dolado, que comenta que cada semana atienden a una media de cinco o seis jóvenes adictos al juego y principalmente a las apuestas deportivas, que también hacen por Internet.
En los locales los menores también pueden apostar ya que no suele haber controles de edad o encuentran a adultos frente a la puerta que se ofrecen para jugar por ellos a cambio de dinero, según denuncian desde Apal y otras asociaciones como Vida sin juego, de Alcorcón.
"Es una forma de ocio, hay chicos que nos dicen que el recreo lo pasaban allí", dice Javier Fernández, portavoz de la Asociación Madrileña de Jugadores en Rehabilitación (Amajer), que alerta de las deudas que llegan a acumular los jóvenes a causa del juego, "de hasta 36.000 euros en cuestión de tres o cuatro meses".
Desde la Asociación de Empresarios de Establecimientos de Juego y Ocio de Madrid niegan que haya habido una proliferación de las casas de apuestas en la Comunidad e insisten en que los locales están obligados a controlar el acceso de clientes.
"Hay una campaña contra las casas de apuestas que no tiene razón de ser", declara una portavoz.
Sin embargo, desde el Consejo Empresarial del Juego (Cejuego), que agrupa al 70 % de las empresas del sector en España, certifican el aumento de las salas en la Comunidad, desde las 252 que había en 2011 hasta las 339 registradas en 2017.
"El crecimiento de los salones se debe principalmente al nuevo concepto de instalación de multioferta de ocio con nuevas máquinas y la incorporación de apuestas deportivas", explican.
Sobre la participación de menores, insisten en que está prohibida y defienden que por parte del sector ponen "todos los esfuerzos" para impedirlo.
En la misma línea, la Asociación Española de Salones de Juego y Recreativos (Anesar) asegura que el índice de asistencia de menores es "bajísimo" ya que los controles son "muy altos".
El Gobierno de la Comunidad Madrid anunció recientemente que endurecerá los controles de acceso a este tipo de locales para impedir el acceso de menores de edad y de personas que tengan firmada una auto-prohibición de entrada.
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