La prohibición de las mascarillas de tela se extiende por España
COVID-19
Cada vez son más las entidades sanitarias que exigen mascarillas quirúrgicas
¿Qué grado de efectividad tienen las mascarillas de tela?
Los últimos días es noticia que en varias comunidades autónomas —País Vasco, Valencia, Asturias, Galicia, Canarias, Castilla León y Navarra— se ha vetado el uso de mascarillas de tela en hospitales y centros sanitarios. Así, los pacientes y acompañantes que acudan con este tipo de mascarillas tendrán que cambiarlas por mascarillas quirúrgicas para poder acceder al recinto. El objetivo de estas medidas es salvaguardar la salud pública. ¿El motivo? Se cuestiona que las mascarillas de tela con las que mucha gente circula por vía pública sean realmente efectivas en la protección contra el virus.
Se conoce que, en función de sus características, este tipo de mascarillas puede llegar a ser igual de efectiva que la quirúrgica. De hecho, existe una normativa que regula su homologación. Por tanto, el problema no parece ser el material empleado para la fabricación de las mascarillas. La prohibición surge por la incapacidad que tienen los profesionales responsables para verificar que se cumple con los requisitos establecidos para asegurar su eficacia. Si están homologadas son fiables, pero estas mascarillas no portan un etiquetado distintivo visible que permita conocer si han pasado un control de calidad. Como comentaba un portavoz de Servicio Vasco de Salud “no sabemos si esa mascarilla tiene la etiqueta de certificación, si lleva los filtros adecuados”.
¿Y si prohibir las mascarillas de tela no es suficiente?
Regirse solo por la imposibilidad de reconocer la homologación de las mascarillas —que garantiza que cumplen con ciertos criterios como garantizar un ajuste adecuado a la cara y una adecuada eficacia de filtración bacteriana y respirabilidad—es un paso, pero puede ser insuficiente. Existen otros factores, comunes a todas las mascarillas, que tampoco podemos valorar a simple vista y que pueden ocasionar problemas de seguridad sanitaria. Además, como bien argumenta la farmacéutica Marián García "estamos perdiendo de vista que muchas de las quirúrgicas tampoco cumplen la normativa, como algunas que se venden en algunos supermercados. Que sea de color azul no la convierte en quirúrgica que cumple la norma y usar estas es tan inefectivo como usar una de tela que no cumple la norma".
Uno de estos factores es el tiempo de uso. Si la persona no desinfecta o renueva a tiempo y porta la mascarilla durante un periodo mayor del que se ha sido establecido por las autoridades sanitarias la protección que esta ofrece podría reducirse. En este sentido la OMS recomienda “cambiar la mascarilla si se humedece o está visiblemente sucia; no se debe usar por mucho tiempo una mascarilla que se haya humedecido”. Por su parte, el Ministerio de Sanidad recomienda no usarlas durante más de 4 horas. Asimismo, si la desinfección y el cuidado de la mascarilla no han sido adecuados la higiene y eficacia se verán perjudicadas. Es cierto que hay muchas muchas mascarillas de tela que no son seguras, pero como vemos esto puede ocurrir también con las médicas.
A partir de la justificación aportada para la prohibición de mascarillas de tela y la posible aparición de estas problemáticas cabe preguntarse si no debería prohibirse toda mascarilla que traigamos de la calle cuando accedemos a centros sanitarios y a otros donde exista un alto riesgo de infección y puedan acumularse grupos vulnerables con Esto es algo que ya se hace en hospitales del Principiado de Asturias desde marzo, donde a todas las personas se les ofrece y les insta a usar una mascarilla quirúrgica al entrar, independientemente de si llegan con mascarillas de tela o ya traían una quirúrgica.
¿Qué mascarilla debemos llevar en Andalucía?
En Andalucía de momento no se han establecido prohibiciones con respecto al uso de mascarillas de tela en instalaciones sanitarias. Sin embargo los expertos hacen un llamamiento a la responsabilidad ciudadana. A fin de cuidar nuestra salud y la de nuestros vecinos se recomienda el uso de mascarillas que estén homologadas, que empleemos correctamente y a las que demos un adecuado mantenimiento. Para ello, debemos asegurarnos de que el etiquetado hace referencia al cumplimiento de las normativa exigida para cada tipo de mascarilla. Higiénicas o tela, UNE0064 Y UNE0065; quirúrgicas, UNE EN 14683; Equipos de Protección Individual (EPI), UNE EN-149.
El Ministerio de Sanidad hace una distinción en las recomendaciones en función del tipo de población y el estado en el que se encuentre la persona. En caso de ser una persona sana se recomienda el uso preferente de mascarillas higiénicas o de tela. Las personas sintomáticas o asintomáticas positivas con COVID-19 deben elegir prioritariamente mascarillas quirúrgicas. Si se trata de una persona que cuida o está en contacto con personas sintomáticas o positivos por COVID-19 usará con preferencia mascarillas EPI.
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