La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
corazón
Múnich/La enfermedad cardiaca continúa siendo la primera causa de fallecimiento tanto en España como en países de nuestro entorno. Miles de cardiólogos de todo el mundo se han reunido esta semana en Múnich (Alemania), en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, para debatir sobre las mejores estrategias para afrontar este reto.
El doctor Manuel Anguita es presidente de la Sociedad Española de Cardiología y ejerce como cardiólogo en el hospital Reina Sofía de Córdoba y, como recalca, la prevención es la mejor forma de tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. "Y debemos dar un mensaje positivo, porque corrigiendo los factores de riesgo y los hábitos no cardiosaludables se puede prevenir entre el 75 y el 80% de todas las enfermedades cardiovasculares", recalca.
Está demostrado que la mayoría de los factores de riesgo cardiovasculares se pueden corregir mediante cambios en los hábitos de vida, como el ejercicio, la pérdida de peso, una dieta sana, variada y no abundante y dejar el tabaco y el alcohol. En caso de tener hipertensión, colesterol alto o diabetes, el tratamiento debe ser dietético y farmacológico.
"Por tanto, tenemos muchas herramientas para prevenir. Pero, por desgracia, no somos capaces de lograrlo y los mensajes de prevención no llegan a la ciudadanía. Y, si llegan, no la convence de su importancia", admite el cardiólogo. Diferentes estudios publicados demuestran que los indicadores de salud cardiovascular de los andaluces, canarios y extremeños son mejorables, ya que son peores a los de otras regiones españolas en obesidad, en mortalidad por causa cardiaca cardiovascular o en insuficiencia cardiaca, entre otros.
"Estas diferencias se asocian, sobre todo, a hábitos de vida. Aunque también pueden depender del número de cámaras hospitalarias o de la inversión sanitaria. Pero, a nivel de atención cardiológica, la que se realiza en Andalucía es equiparable a la que se presta en el resto de España. El control de los factores de riesgo y las medidas de prevención sí que influyen mucho a nivel poblacional, especialmente el porcentaje de obesidad y de obesidad infantil, que son muy altos en Andalucía. Y en estos aspectos es donde se debe trabajar", recuerda.
Así, es fundamental un impulso conjunto de la Administración y de las sociedades científicas para afrontar este reto y, como indica, la relación con las autoridades políticas es "muy buena", tanto desde la Sociedad Andaluza de Cardiología como de la Sociedad Española de Cardiología.
"La investigación cardiológica en Andalucía tiene un buen nivel. En España en general, a nivel básico, se centra en Barcelona y en Madrid. Y, a nivel clínico, sí se hace mucha investigación de calidad en toda España, que se publica en revistas prestigiosas. Y aunque de nuevo sobresalen Barcelona y Madrid, en Andalucía hay centros en Sevilla, Córdoba, Málaga, Granada o Cádiz que tienen un nivel bastante relevante de publicaciones. Pero todo es mejorable y debe intentar mejorarse. De hecho, la Sociedad Andaluza de Cardiología y la Sociedad Española de Cardiología tienen una política de becas de investigación. E, incluso hay becas en centros que no tienen tanto hábito de investigación. Va mejorando, aunque todavía queda mucho por hacer. Hay que seguir incidiendo en que la población se conciencie; vemos hasta pacientes que han sufrido un infarto y que recaen en hábitos no cardiosaludables", lamenta el doctor Anguita.
Cada año las enfermedades cardiovasculares (CVD) causan 2,9 millones de muertes en Europa y más de 1,8 muertes en la Unión Europea, según lñas cifras publicadas por European Health Network el año pasado. Esto representa un 45% de las muertes de Europa y el 37% del total de la UE. La CVD es la principal causa de muerte en hombres en todos los países de Europa excepto en 12, y es la principal causa de muerte en mujeres en todos los países excepto en dos de ello. De todos los factores de riesgo la alimentación constituye la mayor contribución al riesgo de mortalidad por CVD y por los Años de Vida Ajustados por la Discapacidad de CVD a nivel de población en Europa de todos los factores de riesgo conductuales. Se estima que las CVD tienen un gasto de 210.000 millones de euros al año para la UE.
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