¿Estamos preparados para la vuelta a la oficina?
Plantillas dispersas, líquidas y potenciadas por la tecnología, el modelo laboral del futuro según los expertos
El teletrabajo cae a la mitad en un año pero aún triplica la tasa prepandémica
¿Teletrabajas? Estas son las condiciones que deberías tener en casa
Este año, más que nunca, el mes de septiembre está siendo el de las vueltas. El de la vuelta de vacaciones, el de la vuelta al gimnasio, la vuelta al cole y la vuelta a la oficina. Una oficina que, en algunos casos, se ha visto vacía durante meses y ahora pretende retomar ese ritmo habitual de trasiego, de sonidos de teclados disparados, sillas en movimiento, máquinas de café en ebullición o conversaciones cruzadas para poner el trabajo (y la vida) en común. Pero ¿estamos preparados para la vuelta a la oficina? ISS, empresa líder en workplace, ha organizado una jornada de debate con los responsables de espacios y personas de grandes compañías en España como Amazon, Telefónica, Reale, Indra, Bankinter y Repsol para reflexionar sobre ciertas cuestiones que se plantean muchos empresarios y muchos trabajadores.
Protocolos de seguridad y limpieza, distancia mínima y grupos burbuja son algunos de los retos que deben afrontar las empresas para una vuelta segura a las oficinas. La tendencia apunta a que el modelo laboral del futuro será (es) de plantillas dispersas, líquidas y potenciadas por la tecnología
La realidad es que el teletrabajo ha caído a la mitad en un año pero aún triplica la tasa prepandémica. Según los expertos, la tendencia será ir hacia ecosistemas laborales híbridos, que incluyan modalidades de trabajo flexibles tanto en la oficina como en remoto. Las principales barreras para la implantación del teletrabajo son la falta de legislación, la creación de una cultura corporativa no presencial y adecuación del espacio de trabajo a la nueva realidad.
Conciliación y desconexión laboral
En el nuevo contexto las necesidades más importantes de los trabajadores son la conciliación y los límites entre lo laboral y lo personal, la adaptación del espacio de trabajo en el hogar y los horarios y las políticas de desconexión laboral
Y ahí que trabajar en ello para encontrar el equilibrio ideal. Ya (casi) nada volverá a ser como era hace un año y medio. Lo que aquel mes de marzo de 2020 se preveía como un viaje de ida y vuelta del que muchos recelaban y no querían ni probar el paso del tiempo ha demostrado que reúne condiciones adecuadas para el mejor desarrollo personal y profesional del ser humano y que únicamente requiere de ciertos ajustes que equilibren la balanza del esfuerzo y el rendimiento para las empresas.
Porque las empresas enviaron a sus empleados a trabajar a casa ante la irrupción de la pandemia del coronavirus y ahora pelean por lograr recuperar ese espíritu de grupo que tenían antes en el interior de las oficinas y liberando de posibles miedos a sus trabajadores, con hechos y ventajas.
Los responsables de Amazon, Telefónica, Reale, Indra, Bankinter y Repsol coinciden en que el trabajo en remoto, aunque ha funcionado durante una situación de extrema necesidad y tiene muchas ventajas, no puede sustituir al trabajo presencial ni a las relaciones y sinergias que se crean dentro de un mismo espacio físico. Sin embargo, también consideran que no se pueden tomar medidas precipitadas ni forzar a las personas a dejar atrás unos hábitos a los que llevan meses adaptados y que para muchos han sido beneficiosos, especialmente en términos de conciliación.
Actualización de las empresas
La tendencia debe ser caminar hacía un modelo híbrido presencial/remoto que se beneficie de las ventajas de ambos modelos para repercutir posteriormente en el rendimiento y con ello en los beneficios de la propia empresa. Pero queda mucho camino por andar aún, muchos aspectos que revisar y muchos vicios adquiridos que modificar. La legislación actual del trabajo a distancia, la creación de una cultura corporativa no presencial y la adecuación de los espacios de trabajo a la nueva realidad comparecen en el escenario de debate con la humanidad, la comunicación, la aceptación de la vulnerabilidad y el rol de las personas como aspectos determinantes para un empleado que debe pasar a estar en el centro (incluso por encima del cliente) para que esa motivación y compromiso se traduzca en productividad.
¿Están preparadas esas oficinas y esos trabajadores para afrontar la transformación necesaria? Con la implantación del teletrabajo y los grupos burbuja para algunas empresas las oficinas se han quedado desactualizadas. Así con todo la conclusión final a la que llegan los expertos en workplace es que se organizarán las oficinas con espacios para reuniones entre equipos, distribuyendo las áreas en mesas altas y entornos más flexibles con el objetivo de generar interacciones espontáneas y suprimir puestos de trabajo individual.
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