Estos son los posibles efectos de la vacuna contra la viruela del mono

España es el país de Europa con más casos confirmados de viruela del mono, llegando a registrarse un total superior a 6.000 casos en el inicio de la semana del 22 de agosto. En nuestro país, así como en muchos otros, se está llevando a cabo una campaña de vacunación contra este virus, marcada por la escasez del número de vacunas.

Esta falta de dosis se está intentando paliar con la inyección de vacunas intradérmicas y menores dosis, excepto para aquellas personas que pertenezcan a grupos de riesgo; entre estos últimos encontramos a embarazadas, niños y personas inmunodeprimidas, quienes continuarán recibiendo la dosis habitual y de forma subcutánea.

Se busca también priorizar a los grupos que se consideran que pueden ser más afectados por este virus, como aquellas que mantienen prácticas sexuales de riesgo (con lo cuál no se refieren únicamente a hombres que tienen sexo con hombres) o personas en seguimiento por profilaxis preexposición al VIH o con infección del virus y seguimiento en consulta.

Esta decisión, extraordinaria y temporal, permite quintuplicar las dosis disponibles mientras se espera la llegada de nuevas dosis del medicamento y fue tomada por la Comisión de Salud Pública siguiendo las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento.

Posibles efectos secundarios de las vacunas

Los efectos adversos más comunes son parecidos a los de otras vacunas, como hinchazón, endurecimiento o picor en la zona del brazo que ha recibido la inyección. También puede producir dolores musculares, de cabeza o náuseas y fatiga.

En otras ocasiones, las personas que han recibido la vacuna podrían enfrentarse a efectos menos comunes como la pérdida del apetito, fiebre y escalofríos, dolor articular o rigidez muscular, diarrea o podrían llegar a sufrir inflamación de los ganglios linfáticos.

Podrían darse también casos de efectos secundarios graves, como es el caso de dificultad a la hora de respirar, hinchazón en cara y cuello y tener mareos, puesto que en ocasiones pueden ser indicativos de que se está sufriendo una reacción alérgica grave.

Es necesario conocer de antemano estos síntomas para poder reconocerlos si se presentan, permitiendo actuar con rapidez y ponerse en contacto con el personal sanitario o acudir al centro de salud más cercano.