El placer de ir a favor del tiempo

11 de febrero 2010 - 01:00

Libros/Cuando vamos acumulando muchas tensiones en la vida llega un momento que aparece la sensación de que no se puede más, que la ansiedad acumulada a nivel físico y psíquico, como si de una olla a presión se tratara, está a punto de estallar. Es entonces, cuando ha llegado la hora de soltar la tensión, el estrés. La palabra estrés se utiliza en la vida moderna como sinónimo de tensión, presión, así como sinónimo de estímulos externos que nos incomodan de una u otra forma o también como el resultado de una respuesta ante algo. Esta obra apuesta por utilizar la palabra estrés como sinónimo de falta de equilibrio y armonía energética ya que todo es energía y cuando la energía fluye armoniosamente hay equilibrio. Para encontrar el equilibrio y relajarse, pues el estrés opera creando tensión sobre tensión a lo largo del día y deja al organismo hiperactivo esperando desactivarse, se puede empezar parando, al menos un minuto, y tomando conciencia de los sentimientos, pensamientos y acciones que se está ejecutando. Así, se evita el automatismo en el que se instauran los días para muchas personas. Los horarios, los compromisos laborales y personales, el transporte... pueden estimular el estrés, causando que se salte de una situación a otra casi sin darte cuenta. Sin embargo, si no se pueden cambiar las circunstancias tendremos que cambiar nuestra actitud ante las circunstancias.

Para conectarse con las emociones positivas que nos llevan a aumentar la autoestima y a relacionarnos mejor con los demás, existen ejercicios sencillos como, por ejemplo, tomarse un momento para respirar conscientemente, pararse y cerrar los ojos recordando un paisaje bello y agradable. El recordar un momento en que se ha sentido agradecimiento, amor, compasión por alguien, son momentos breves pero eficaces para ir reduciendo el estrés.

Las gimnasias orientales como el Chi Kung, Tai Chi, el yoga, los masajes, la meditación, relajación, el escuchar músicas especiales, usar aromas, equilibrar los centros energéticos del organismo, entre otras técnicas, ayudan al organismo a relajarse prolongando la vitalidad y retrasando el envejecimiento, según la autora. Este libro lanza propuestas que van desde la psicología tradicional a los últimos avances de la neurociencia, desde la medicina energética a las terapias alternativas.

Victoria Cadarso Editorial Palmyra Madrid, 2008. 344 páginas. 19 euros

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