Las piedras del pasado que advierten sobre la sequía en los ríos europeos

La sequía a la que se enfrentan los principales ríos del viejo continente se ha hecho evidente por unas piedras ancestrales cuyos grabados dicen: "si me ves, llora", haciendo referencia a que si el grabado queda al descubierto es que el nivel del agua está a un nivel tan bajo que debe ser motivo de preocupación para la población. Esta siniestra advertencia de los que poblaron Europa antes que nosotros no hace si no presagiar tiempos de sequía y dificultades.

Las diferentes piedras que han ido apareciendo con inscripciones diferentes, como "La vida volverá a florecer una vez que esta piedra desaparezca", "El que una vez me vio, lloró. El que me vea ahora llorará", "Si vuelves a ver esta piedra, llorarás. Así de superficial fue el agua en el año 1417".

Bien es cierto que en tiempos pasados, de los que datan estás piedras, un nivel tan bajo de agua en los ríos significaba que venían tiempos de pobreza y carencias para muchas de las ciudades europeas. La falta de agua tenia, sobre todo, dos graves consecuencias: en primer lugar, la sequía que producía en los cultivos y plantaciones que no podían ser regados, y por otra parte, la falta de agua cortaba las vías fluviales e impedía la llegada de suministros y alimentos a las ciudades.

Hace años, países de la zona de centroeuropa como Alemania, República Checa, Eslovaquia, Austria o Hungría dependían de la fertilidad de la tierra cercana a los ríos para poder producir sus propios alimentos. De hecho, una de las ciudades que más avisos en rocas ha dejado es una situada en la República Checa, la ciudad de Děčín, donde confluyen los ríos Elba y Ploučnice, situados muy cerca de la frontera con el país germano. En los caudales de estos ríos es posible encontrar hasta una docena de piedras que contienen grabados con advertencias de tiempos duros del pasado.

Aunque España ese encuentre alejada de estos países, también es una de las zonas que está notando la sequía de los últimos meses. Tanto es así que en muchas localidades las autoridades se han visto obligadas a imponer restricciones en el uso del agua.