La ventana
Luis Carlos Peris
Instalados en la diaria inocentada
Sucesos
Madrid/Con la llegada del frío han aumentado en España las muertes por incendios de viviendas. Braseros, calefactores y hasta velas han provocado un buen número de fuegos que han causado en apenas quince días al menos diez fallecimientos y numerosos heridos, generalmente por inhalación de humo.
El incendio más grave tuvo lugar el pasado 29 de noviembre en la localidad granadina de Dehesas Viejas, en un siniestro en el que fallecieron un matrimonio, el hombre de 84 años y la mujer de 77, y el hijo de ambos de 51 años. Un brasero eléctrico pudo ser el origen de las llamas.
Puerto Real (Cádiz), El Viso de Alcor (Sevilla), Villanueva de Tapia (Málaga), Madrid, Castrocalbón (León) y Santa Cruz de Tenerife son otros de los lugares donde el fuego ha arrebatado la vida de las otras víctimas de esos incendios.
Según las últimas cifras cerradas, el pasado año fallecieron en España 123 personas por incendios, de las cuales 96 murieron por fuegos en viviendas, indica un estudio de la Fundación Mapfre. La mitad de los fallecidos tenía más de 65 años. Un tercio de los incendios en hogares se origina en el salón de la vivienda, un 22% en el dormitorio y un 5% en la cocina.
Las estadísticas refuerzan una convicción: la mayoría de las víctimas (85) fallecieron en siniestros ocurridos en los meses de más frío, es decir, entre octubre y marzo. Y otra constatación, según ratifican los expertos: a más pobreza, más accidentalidad de este tipo, como resalta Jesús Hernández, experto en Prevención de Incendios de Fundación Mapfre, quien no descarta que 2019 cierre con peores cifras que el año pasado.
"Nos hemos encontrado todo tipo de artilugios para combatir el frío. Hasta una barbacoa en el interior de una casa", relata el oficial de Bomberos del Área de Prevención de la Comunidad de Madrid Rafael Reyes para advertir del riesgo que puede suponer el uso de aparatos no homologados.
Porque con la bajada de las temperaturas, añade este oficial, las familias utilizan todos los medios posibles para calentarse, pero muchas veces la "pobreza energética, la falta de recursos o el desconocimiento" han acabado en un suceso trágico.
Reyes subraya el peligro que acarrea utilizar en el interior de los hogares aparatos que son de exterior, y aconseja ventilar las estancias una vez al día para evitar la acumulación de monóxido de carbono, así como limpiar las rejillas de los aparatos.
Tampoco está de más disponer en casa de detectores de incendios o de monóxido de carbono, unos aparatos que no son obligatorios en España aunque sí en otros países como Francia o Inglaterra. Este aparato, que tiene un precio de unos 15 euros, puede llegar a "salvar vidas", apostilla Reyes.
De la misma opinión es Hernández, el experto de la Fundación Mapfre, quien señala que los detectores de incendio salvarían muchísimas muerte al año, y recuerda que, "según los estudios americanos, dos de cada tres víctimas podrían escapar de las llamas".
Hernández explica que no solo se producen incendios por el mal estado de los aparatos de calefacción. Hay casos tan desafortunados como el de una persona que estaba durmiendo la siesta con un calefactor y una manta, que se escurrió y ardió. El hombre murió.
La Fundación Mapfre llevó a cabo el pasado 28 de noviembre un simulacro en Fuenlabrada (Madrid) de un incendio en un hogar por un descuido con una sartén. Precisamente, cuatro días antes dos jóvenes de 21 y 18 años fallecieron en Badajoz en un suceso similar.
En el simulacro, un bombero, que hacía de víctima del incendio de una casa, iba cerrando cada puerta de la casa para que no avanzaran las llamas ni el humo y colocaba trapos húmedos en las zonas bajas hasta que llegaron los servicios de emergencia. Ni más ni menos. Así debe actuarse en un caso similar, recomiendan los expertos.
Pero, como indica Hernández, hace "falta educación en las escuelas" para que los niños sepan cómo actuar y cómo protegerse en caso de un incendio en el hogar. "Debería enseñarse en los colegios y estar dentro del temario la cultura de la protección", enfatiza.
Los expertos también coinciden en la importancia de la revisión y el mantenimiento de las instalaciones antes de la llegada del frío. "Al principio del invierno hay mayor incidencia de fuegos en viviendas por el arranque de las calefacciones con sistemas más antiguos y falta de mantenimiento", explica Juan José García, supervisor de guardia de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.
Estos sucesos ocurren, en mayor medida, en viviendas antiguas por la sobrecarga del sistema, ya que se utilizan múltiples aparatos eléctricos a la vez. En otros casos, aunque pocos, por la falta de vigilancia de velas encendidas.
García también considera que los distintos detectores de humo son un "seguro de vida", algo que no está "muy arraigado" en las viviendas modestas y sí en los inmuebles más modernos, aunque en estos precisamente no son tan necesarios porque sus instalaciones están más blindadas al fuego.
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