Estos son los peores accidentes nucleares de la historia
En los últimos 75 años varios accidentes nucleares se han terminado con la vida de miles de personas y han provocaban daños medioambientales irreparables
Muere un trabajador y tres resultan heridos por una fuga de CO2 en la central nuclear de Ascó
¿Nucleares? No son necesarias
La muerte de un trabajador de la central nuclear de Ascó (Tarragona) por una fuga de dióxido de carbono (CO2) cuando realizaba labores de mantenimiento en las instalaciones ha avivado el debate que ya estaba candente sobre la necesidad o no de usar la energía nuclear como una solución a las necesidades energéticas de Europa en general, y de España en particular, y incompatibilidad con los retos climáticos marcados en la agenda 2030.
Para muchos expertos la energía nuclear es muy lenta, cara y peligrosa; para otros un mal necesario, la solución más efectiva para la generación de energía a la que hay que exponerse sí o sí para seguir evolucionando.
Gobiernos y empresas energéticas tratan de subrayar de forma reiterada que las centrales nucleares son seguras, pero episodios como el de Ascó remueven un pasado que en los últimos 75 años ha visto cómo varios accidentes nucleares se llevaban por delante la vida de miles de personas y provocaban daños medioambientales irreparables. Esto son algunos de los peores accidentes nucleares de la historia. Las catástrofes de Fukushima y la de Chernóbil son las únicas clasificadas de nivel siete, el máximo de la Escala Internacional de Accidentes Nucleares.
Nuevo México (1945)
El 21 de agosto de 1945, en Nuevo México, se produjo el primer accidente nuclear: el físico estadounidense Harry Daghlian fue irradiado como resultado de error humano propio, que intentó subsanar de inmediato, pero ya había quedado vertido con las radiaciones, falleciendo 25 días después.
Mayak (1957)
Tras la demostración de poder de EEUU con los ataques a Hiroshima y Nagasaki, la URSS no quería quedarse atrás respecto al potencial de su máximo rival y usó la planta de Mayak para producir plutonio. En dicha planta ocurrieron varios accidentes. El más grave en setiembre de 1957, en el que murieron doce trabajadores y otras 200 personas por una radiación que afectó más de 250.000 personas.
Incendio de Windscale (1957)
En la planta británica de Windscale, al norte de Inglaterra, se produjo un incendio en una instalación nuclear con fines militares y, a raíz de este suceso, se emitieron al exterior una gran cantidad de productos radioactivos, alcanzando una magnitud de nivel 5.
Three Mile Island (1979)
El peor accidente nuclear en la historia de EEUU se dio en la central nuclear de Three Mile Island (Pensilvania). No hubo víctimas mortales en el momento del accidente, pero sí que se conocieron múltiples caso de cáncer en personas aquejadas de infecciones posteriores y la limpieza de la central duró más de 14 años, con una retirada de 100 toneladas de combustible nuclear del lugar.
Chernóbil (1986)
El accidente de Chernóbil es el más grave y con más víctimas mortales de la historia. Provocó un incendio que duró diez días y la explosión generó mucha más radiación que la liberada por la bomba atómica de Hiroshima, afectando unos 150.000 km2 cuadrados. En total se contabilizan unas 4.000 víctimas mortales y 600.000 personas que se vieron afectadas por la radiación, hecho que no detuvo la producción en la central hasta el año 2000.
Tokaimura (1999)
Un error humano provocó una descontrolada reacción nuclear en cadena en una planta de procesamiento de uranio en Tokaimura (Japón). En el accidente fallecieron dos empleados y obligó a permanecer encerradas a más de 300.000 mil personas.
Fukushima (2011)
Por último, la catástrofe nuclear más reciente es la de Fukushima, que data del año 2011. Un terremoto de magnitud 9 en la escala de Richter sacudió toda la región provocando un fallo en cadena que derivó en varias explosiones de hidrógeno y la liberación de material radioactivo. Japón decidió acabar con las centrales nucleares de forma drástica.
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