La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Salud
Miedo a salir a la calle. Inmersos en la fase 2 de la desescalada y con más libertad de movimientos y a un paso más de volver a la normalidad, sin embargo tenemos todavía ciertos reparos para salir a hacer deporte, pasear o tomar algo en una terraza.
Tener miedo es normal y lógico teniendo en cuenta el alto grado de contagio de la Covid-19, pero si guardamos las distancias entre personas, llevamos mascarillas y nos lavamos las manos de forma habitual con agua y jabón, el riesgo de contagio se reduce visiblemente.
Además, expertos de diferentes países confirman en un artículo recogido por The New York Times que el riesgo de contagio es menor en espacios al aire libre.
Salir a espacios abiertos, zonas verdes abiertas, terrazas o hacer deporte al aire libre. Las opciones son buenas, aunque también recuerdan los expertos que se debe tener un cuidado especial con las comidas al aire libre, el uso de los vestidores en las piscinas y demasiada aglomeración en las playas, entre otras situaciones. "Aunque pasar tiempo en el exterior puede ayudar a que la gente soporte la tensión de la cuarentena, existe el riesgo de que baje la guardia o se reúna con personas que puedan representar algún riesgo".
“Creo que estar en el exterior es importante para la salud”, afirma la epidemióloga y profesora adjunta en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Julia L. Marcus. “Sabemos que estar al aire libre representa un riesgo menor que permanecer en interiores en cuanto a la transmisión del coronavirus. Creo que es casi necesario estar al aire libre un fin de semana soleado, pero también pienso que se deben tomar ciertas medidas para reducir el riesgo”.
"La vida en una pandemia es más segura al aire libre, en parte debido a que hasta un viento leve disminuirá con rapidez la concentración del virus", aporta Linsey Marr, experta en aerosoles y profesora de Ingeniería en el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (Estados Unidos). “En el exterior las cosas se diluyen. Creo que el riesgo es muy bajo, siempre y cuando se mantenga una distancia de dos metros”.
Afirma Marr que, si hay una persona enferma en la calle, "el viento esparcirá el virus y tal vez exponga a las personas que estén cerca, pero en cantidades más pequeñas, lo cual tiene menos probabilidades de ser perjudicial".
Aunque es bajo el riesgo de transmisión al aire libre, no hay que bajar la guardia porque puede ocurrir. Así se demostró en un estudio de más de 7.300 personas enfermas en China. Un hombre de 27 años estuvo conversando al aire libre con un viajero que acababa de regresar de Wuhan. Siete días después, empezó a tener los primeros síntomas de Covid-19.
“El riesgo es menor en exteriores, pero también existe”, explica Shan Soe-lin, catedrática del Instituto Jackson para Asuntos Globales. “Creo que si dos personas permanecen juntas en un mismo sitio durante mucho tiempo, como por ejemplo sobre una toalla de playa, el riesgo es mayor que si estuvieran caminando o pasando una al lado de la otra”.
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