Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
Nadie en el mundo más afortunado que Víctor Orta
Tomar el sol es una de las actividades preferidas de muchos. Miles de personas se exponen al sol durante estas fechas para broncear sus pieles y presumir de moreno. Pero, a veces, son tantas las prisas que tenemos por broncear la piel que nos olvidamos de hacerlo de la manera correcta y evidenciamos los peligros que una exposición al sol puede conllevar.
Los expertos insisten siempre mucho en que hagamos uso de las cremas solares, para así evitar los efectos adversos del sol sobre la piel en verano. La doctora Latour insiste en la importancia de utilizar cremas “con protección solar muy alta (SPF 50+), medidas físicas como ropa, gorro o gorra y gafas de sol, y exponerse de forma muy progresiva al sol, muy poco a poco, para que la piel se vaya adaptando”. “En ningún caso ni adultos ni mucho menos niños deben de exponerse al sol sin cremas solares”.
Y es que recuerdan que “la piel tiene memoria y la exposición solar en la edad pediátrica es uno de los factores de riesgo más importante para el desarrollo de lesiones malignas en la edad adulta”.
Es importante que cuidemos la piel, sobre todo a los niños, pues los riesgos a los que nos exponemos al tomar el sol son varios.
Si no nos protegemos adecuadamente del sol y del calor podemos sufrir diversos tipos de trastornos. Estos son, según varios medios consultados, algunos de los síntomas que pueden sufrirse:
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