Los peligros de una larga exposición al sol
Si no nos protegemos adecuadamente del sol y del calor podemos sufrir diversos tipos de trastornos
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Tomar el sol es una de las actividades preferidas de muchos. Miles de personas se exponen al sol durante estas fechas para broncear sus pieles y presumir de moreno. Pero, a veces, son tantas las prisas que tenemos por broncear la piel que nos olvidamos de hacerlo de la manera correcta y evidenciamos los peligros que una exposición al sol puede conllevar.
Los expertos insisten siempre mucho en que hagamos uso de las cremas solares, para así evitar los efectos adversos del sol sobre la piel en verano. La doctora Latour insiste en la importancia de utilizar cremas “con protección solar muy alta (SPF 50+), medidas físicas como ropa, gorro o gorra y gafas de sol, y exponerse de forma muy progresiva al sol, muy poco a poco, para que la piel se vaya adaptando”. “En ningún caso ni adultos ni mucho menos niños deben de exponerse al sol sin cremas solares”.
Y es que recuerdan que “la piel tiene memoria y la exposición solar en la edad pediátrica es uno de los factores de riesgo más importante para el desarrollo de lesiones malignas en la edad adulta”.
Es importante que cuidemos la piel, sobre todo a los niños, pues los riesgos a los que nos exponemos al tomar el sol son varios.
Peligros de tomar el sol
Si no nos protegemos adecuadamente del sol y del calor podemos sufrir diversos tipos de trastornos. Estos son, según varios medios consultados, algunos de los síntomas que pueden sufrirse:
- Agotamiento por calor: aparece cuando perdemos exceso de líquido por una sudoración excesiva al estar expuestos a temperaturas y humedad altas. Los síntomas que se sienten según comparten los expertos son: calambres en las extremidades y abdomen provocados por la pérdida de sales minerales por la sudoración, piel pálida y sudorosa, confusión y falta de coherencia en la víctima. Además, la cantidad de orina se reduce.
- Insolación: trastorno de la regulación térmica interna de nuestro organismo. Los síntomas pueden variar según la persona pero normalmente se manifiesta con dolor de cabeza, fatiga, vértigos, falta de apetito, fiebre ligera. Además si se continua al sol pueden aparecer nauseas, vómitos, calambres, trastornos de la visión, fiebre alta (por encima de 40º), pulso y respiración acelerada, colapso cardiorrespiratorio y la muerte.
- Miliaria: es un sarpullido molesto que se presenta en brazos y piernas y que surge cuando no hay una buena aclimatación, el sudor no se elimina correctamente y las ropas rozan contra la piel.
- Inflamación ocular: una larga exposición al sol puede provocar deslumbramiento, dificultades para adaptarse a la visión nocturna, dolores de cabeza, se ven halos alrededor de las luces.
- Quemaduras solares: se manifiestan cuando ya nos hemos quemado.
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