El juez imputa al parricida de Las Palmas también la muerte de su madre
En un principio se pensó que había matado a su padre tras hallar a su madre muerta en la vivienda familiar. Pero el juez cree que también se le pueden imputar dos cargos de homicidio por imprudencia y abandono de persona incapaz en relación con la muerte de su madre.
Las Palmas de Gran Canaria/El Juzgado número 3 de Las Palmas de Gran Canaria considera que el hombre que este lunes asesinó a su padre en una vivienda del centro de la ciudad también puede ser responsable del homicidio por imprudencia de su madre, por lo que ha ordenado su ingreso en prisión por las dos muertes.
En un principio, se había barajado la hipótesis de que Marcos H. S., de 43 años, había matado a su padre, el abogado y poeta José Rafael Hernández Santana, después de encontrarse muerta en la vivienda familiar -supuestamente por causas naturales- a su madre, María Dolores Sánchez García, una anciana enferma de la que cuidaba.
Sin embargo, el juez Tomás Martín estima que no solo existen indicios para imputarle el asesinato de su progenitor, sino también otros dos cargos de homicidio por imprudencia y abandono de persona incapaz en relación con la muerte de su madre, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
El magistrado ha levantado el secreto de las actuaciones tras tomar declaración al detenido, lo que ha permitido confirmar que José Rafael Hernández Santana, de 72 años, murió como consecuencia de los múltiples golpes que recibió con un hacha.
El suceso se produjo el lunes por la tarde en el domicilio familiar, en una vivienda de la calle Italia, del barrio de Las Alcaravaneras, cuyos vecinos estaban impactados, porque se trataba de una familia muy conocida en la zona.
La Provincia publica que fue el propio Marcos H. S. el que llamó al 112 para avisar de que había matado a su padre.
Los investigadores consideraron desde el primer momento que los hechos pueden estar relacionados con las diferencias que existían entre el padre y el hijo sobre el cuidado de la madre, una mujer de 79 años con una enfermedad degenerativa que requería muchas atenciones.
Sin embargo, el caso ha dado un giro -al menos en su vertiente pública- al conocerse que el juez considera que el parricida también puede ser responsable de la muerte de la anciana, por imprudencia o por no haberle prestado el cuidado adecuado. Con las pruebas recogidas en el lugar de los hechos por la Policía y la declaración prestada ante el juez por Marcos H. S., "la investigación se considera prácticamente concluida", precisa el TSJC.
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