¿Por qué se dice que las palomas son las ratas del aire?

Sociedad

¿Por qué se dice que las palomas son las ratas del aire?
¿Por qué se dice que las palomas son las ratas del aire?
Raquel Narbona Valiente

20 de septiembre 2024 - 08:57

Sevilla/Las palomas son aves muy comunes en las ciudades. En Sevilla concretamente, la gente tiene por costumbre darles hasta de comer migas de pan en parques como el María Luisa. Las podemos ver en plazas, parques y tejados. Sin embargo, detrás de esto, las palomas se han ganado el apodo de "ratas con alas", ya que para muchas personas estas aves son bastante desagradables.

Para entender por qué las palomas se han convertido en un problema para muchas personas, primero debemos saber cuál es su origen. Según el divulgador científico Miguel Artime, las palomas domesticadas se originaron en las civilizaciones de la antigua Mesopotamia y Egipto, donde eran criadas como fuente de alimento. Los pichones (crías de paloma) daban las proteínas y grasas necesarias, lo que las hizo muy valoradas en la dieta de las personas de la época.

Con el paso del tiempo, otras aves y animales se volvieron fuentes más populares de alimento, como por ejemplo las aves de corral, por lo que el interés por las palomas como alimento decreció.

Aunque su interés como alimento desapareciera, su sentido de la orientación y vuelo las convirtieron en aves populares en otras áreas, como su uso por parte de los marineros y, más tarde, en la colombofilia (la cría de palomas mensajeras). Esta nueva utilidad las llevó a expandirse, y muchas de ellas escaparon y comenzaron a reproducirse al aire libre en las ciudades, donde vieron que la fuente de alimentos era bastante mayor por los restos que dejaban los humanos.

¿Por qué se las llama "ratas con alas"?

El término "ratas con alas" se debe a un simple hecho: la percepción de que las palomas, al igual que las ratas, son portadoras de enfermedades y plagas.

Las palomas se han ganado este apodo por varios motivos. Para comenzar, la sobrepoblación de estas aves en entornos urbanos. Se estima que en la actualidad existen más de 400 millones de palomas en el mundo, muchas de las cuales habitan en áreas urbanas. Su alta densidad en las ciudades las convierte en una molestia constante para muchos, especialmente debido a la suciedad que generan.

Otro motivo es las similitudes con las ratas, y es que tanto las palomas como las ratas son conocidas por su capacidad de adaptarse al entorno humano. Al igual que las ratas, las palomas se alimentan de los residuos que generamos, lo que las ha llevado a ser consideradas una plaga. Aunque las palomas no se escabullen como las ratas, son muy visibles en parques y tejados, lo que hace que la gente tenga la percepción de que invaden espacios públicos.

La transmisión de enfermedades es otro de los grandes motivos de que se las conozca como “ratas con alas”. Las palomas, al igual que las ratas, son potenciales portadoras de enfermedades. Entre las enfermedades transmitidas por estas aves están la salmonelosis, la psitacosis (también conocida como fiebre del loro) y la alveolitis alérgica (también llamada neumonitis), que afecta los pulmones. También pueden propagar hongos como el Cryptococcus, que se encuentra en sus excrementos y que, al inhalarse, puede causar problemas respiratorios o afectar el sistema nervioso.

Por otro lado, está el problemas de sus excrementos. Los excrementos de paloma son muy corrosivos y pueden dañar infraestructuras, además de contribuir a la proliferación de bacterias y hongos peligrosos. Este hecho hace que aumente la percepción de que, al igual que las ratas, las palomas pueden contaminar los entornos en los que habitan.

Diferencias entre las palomas y las ratas

A pesar de los parecidos entre estas dos especies hay diferencias que no deben pasarse por alto:

  • Mientras que las ratas pueden tener hasta cinco camadas al año, con seis a doce crías por camada, las palomas suelen poner entre dos y cuatro huevos por año. Además, muchas crías de paloma no sobreviven, ya que caen del nido o son devoradas por depredadores.
  • Las ratas tienden a esconderse en lugares de difícil acceso, lo que dificulta el control de su población. En cambio, las palomas son visibles y, aunque su población también es problemática, su control es más fácil a través de métodos como obstruir lugares de anidación o instalar sistemas de control en áreas públicas.
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