Cuántos pasos hay que dar al día para adelgazar y mantenerte en forma

Uno, dos, tres, cuatro, cinco...mil, dos mil, tres mil...Se ha puesto de moda eso de contar pasos cada vez que salimos de casa. Muchos niños y mayores se entretienen a diario usando los avances tecnológicos para medir su capacidad y resistencia. Se marcan retos personales o en grupo y ponen en común los resultados al final de cada jornada.

Hacer más ejercicio es una de las asignaturas pendientes de los españoles. En nuestro país no se alcanza, por lo general, los estándares marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y son múltiples las campañas que podemos ver en lo que a comunicación institucional se refiere para que intentemos practicar el tiempo exacto de ejercicio que debemos hacer en base a nuestra edad.

Caminar es la forma más sencilla y económica de cumplir con la recomendación general de la OMS. Y también ayuda, y mucho, a perder peso, tal y como ha demostrado un estudio publicado en The Journal of Nutrition. Porque hacer dieta ayuda, por supuesto, pero el ejercicio, aunque sea moderado, puede ayudar a acelerar ese proceso de adelgazamiento hasta en dos kilos a la semana.

11 kilómetros a buen ritmo

¿Andar de cualquier forma y en cualquier cantidad? Por supuesto que no. Para mantenerte en forma y que tus músculos y huesos estén sanos y fuertes es necesario que camines unos 10.000 pasos al día, mientras que para que el cuerpo supere la barrera de empezar a reducir grasa corporal y perder peso de forma real y constante hace falta estirar esas cifras por encima de los 15.000 pasos. Y a un intenso ritmo. No de charleta.

Unos 11 kilómetros en los que exigimos a nuestro cuerpo y cambiamos a menudo de ritmo para ampliar los efectos positivos de dicha caminata, un aumento significativo del metabolismo que aumenta el consumo de energía, según un estudio de la sociedad científica Royal Society of LondonRoyal Society of London.

Desde el punto de vista médico, este estudio extendido a lo largo de tres meses mostró reducciones significativas en el peso corporal y la masa grasa y se asoció con mejoras significativas en los biomarcadores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. La caminata moderada mejoró, sin duda, la pérdida de grasa.