Qué hacer ante un niño atragantado
Los pediatras elaboran una guía detallada de cómo actuar para evitar que los más pequeños se asfixien.
Niños atragantados: uvas, frutos secos, turrón y otros alimentos peligrosos para los más pequeños
La asfixia es una de las principales causas de mortalidad durante la infancia, especialmente en niños de entre uno y cinco años, cuyas habilidades motoras y de deglución no están todavía completamente desarrolladas.
Es la advertencia que lanza la Asociación Española de Pediatría (AEP), que ha publicado una serie de recomendaciones para prevenir los atragantamientos infantiles en Navidad que incluye una lista de los alimentos que pueden ser peligrosos para los más pequeños y también una guía de qué hacer si nos encontramos ante un niño atragantado.
Como recuerda el Comité de Soporte Vital (CSV) de la AEP, el atragantamiento es una de las situaciones más alarmantes que puede ocurrir con los niños pequeños, especialmente porque sucede de forma inesperada. Un cuerpo extraño se introduce en la vía respiratoria y la obstruye, impidiendo que el aire entre o salga de los pulmones con normalidad. Si la obstrucción es completa o casi completa, advierten, existe riesgo de muerte por asfixia.
Los síntomas más frecuentes en caso de atragantamiento son:
- El niño se lleva las manos al cuello, con sensación de ahogo
- Tos o arcadas para intentar liberar el cuerpo extraño
- Imposibilidad de hablar
En primer lugar, subrayan, es importante mantener la calma. Si ocurre un atragantamiento, es habitual que, gracias a la tos originada por la aspiración, el niño consiga expulsar lo que provoca la obstrucción.
Pero no siempre es así: es entonces cuando debemos actuar.
Podemos encontrarnos con tres situaciones: el niño está consciente y tose, está consciente pero la tos es inefectiva o está inconsciente.
Esto es lo que debemos hacer en cada caso:
Niño consciente que tose
- Si el niño está consciente y tose, debemos animarlo a seguir tosiendo, sin hacer nada más (ni golpearle en la espalda ni intentar sacar el cuerpo extraño de la boca si no lo vemos).
Niño consciente con tos inefectiva
- Si la tos es débil o inefectiva o el niño tiene mucha dificultad respiratoria, primero debemos llamar a emergencias (112) y mirar la boca y extraer el cuerpo extraño si está accesible.
En niños mayores de 1 año:
- Dar cinco golpes en la espalda seguidos de cinco compresiones abdominales (maniobra de Heimlich)
- Echar al niño hacia adelante y darle cinco golpes secos en la espalda (entre los omóplatos)
- Si no ha sido efectivo, realizar la maniobra de Heimlich
- Abrazar al niño por detrás, desde su altura (o le subimos a una silla o nos ponemos de rodillas)
- Cerrar la mano formando un puño y colocarlo, con el pulgar hacia el estómago del niño, entre su ombligo y la punta inferior del esternón
- Agarrar el puño con la otra mano y comprimir rápidamente hacia adentro y hacia arriba, para lograr que el objeto salga expulsado o se movilice y permita la entrada de aire
- Repetir hasta que respire bien, expulse el objeto o empeore y pierda el conocimiento
En caso de lactante (menor de 1 año):
- Dar cinco golpes en la espalda seguidos de cinco compresiones torácicas
- Colocar al niño sobre nuestras piernas boca abajo (su cabeza estará más baja que el tronco, lo que favorece la expulsión del cuerpo extraño) y darle cinco golpes secos en la parte alta de la espalda (entre los omóplatos)
- Si no ha sido efectivo, compresiones torácicas: hay que darle un giro de 180º para que descanse en el otro antebrazo, quedando en posición boca arriba y realizar con dos dedos cinco compresiones en el centro del pecho, por debajo de la línea imaginaria que une los pezones
- Repetir hasta que respire bien, expulse el objeto o empeore y pierda el conocimiento
Niño inconsciente
Si el niño está inconsciente o pierde la consciencia durante las maniobras, debemos confirmar la llamada al 112, mantener la calma e iniciar las maniobras de RCP básica:
- Colocar al niño sobre una superficie dura y comprobar si respira
- Abrir la vía aérea con la maniobra frente mentón
- Examinar la boca y sacar el cuerpo extraño si está accesible
Comprobar la respiración
- Si respira: colocarle de costado (posición lateral de seguridad), vigilando la respiración hasta que lleguen los profesionales médicos
- Si no respira: cerrar la nariz del niño con dos dedos de las manos, poner la boca sobre la de él e insuflarle aire (en caso del lactante la insuflación de aire se realiza abarcando su nariz y boca).
- Si tras cinco insuflaciones no se recupera la respiración se debe comenzar con las compresiones torácicas.
Tras la quinta insuflación de rescate podemos activar el modo manos libres del móvil y realizar la llamada al 112 antes de continuar con las compresiones torácicas.
Hasta la llegada de emergencias mantendremos las compresiones torácicas alternando con ventilaciones con una relación 30/2.
Incluso si la situación se resuelve, es importante llevar al niño al hospital para asegurar que no haya daño en las vías respiratorias o complicaciones derivadas del episodio. El pediatra evaluará la necesidad de realizar pruebas adicionales o dar seguimiento.
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