SORTEOS
Euromillón y Bonoloto: resultados de este 8 de noviembre

Los neumólogos creen que los cigarrillos electrónicos deben regularse como fármacos

Redacción

09 de julio 2016 - 01:00

Respecto a la incorporación a la regulación de los productos relacionados con el tabaquismo, como son los cigarrillos electrónicos, a través de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), los neumólogos aseguran que es esencial que los cigarrillos electrónicos se regulen como medicamentos, con el objetivo de controlar su consumo.

Así se posicionaron sobre la Directiva 2014/40/UE del Parlamento Europeo y del Consejo (3 de abril de 2014) para regular las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros en materia de fabricación, presentación y venta de los productos del tabaco y relacionados.

La regulación delos cigarrillos electrónicos como una medicación contribuiría a que su producción y distribución se ajustasen a los estándares de calidad y seguridad requeridos para productos de uso farmacéutico.

Por otro lado, este tipo de regulación facilitaría la investigación científica y médica de estos dispositivos. Por el momento no existen ensayos clínicos realizados con el suficiente rigor científico que demuestren que el cigarrillo electrónico es eficaz para ayudar a dejar de fumar. Por el contrario, algunos estudios apuntan a que el uso de cigarrillos electrónicos se asocia con una menor tasa de deshabituación tabáquica y que la probabilidad de abandonar el tabaco es un 28% inferior en los consumidores de e-cigarrillos que en los fumadores de cigarros convencionales. "Nuestro posicionamiento es firme. Los cigarrillos electrónicos deben ser regulados como medicamentos.

Esta regulación facilitaría que se evaluarán de forma científica su eficacia y seguridad para ser usados como terapia para dejar de fumar", argumenta el Dr. José Ignacio de Granda, coordinador del Área de Tabaquismo de Separ.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Marco Socías | Crítica

Guitarra elegante y elocuente