"Los nepalíes nunca lloraban"

El Gobierno completó ayer la repatriación de los españoles rescatados de Katmandú y trasladados a Nueva Delhi tras el terremoto que ha asolado Nepal, donde permanecen sin localizar otros 78 nacionales, según los últimos datos del Ministerio de Asuntos Exteriores.

En total eran 127 los españoles que, tras el terremoto, habían sido trasladados desde Nepal hasta la capital de la India, donde se encontraba de viaje oficial el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, en el momento del seísmo.

García-Margallo ha permanecido allí coordinando las tareas de repatriación y regresó ayer a España en un avión de la Fuerza Aérea Española en el que viajaron 44 de los españoles rescatados de Katmandú, la capital nepalí.

Durante el vuelo, el ministro intercambió impresiones con muchos de los evacuados, a los que vio "agotados" y con ganas de volver a casa, y les explicó algunas de las dificultades que ha habido para sacarles de Katmandú tan rápidamente.

Son los primeros ciudadanos europeos que salieron de Katmandú, una ciudad en la que no hay de momento ni luz ni agua, sólo destrucción, "escombros y muertos", asegura Jonathan, un español de 27 años que llevaba 20 días de visita turística por el país asiático.

El taxi en el que iba sufrió un accidente durante el temblor, se empotró en una casa y sus compañeros de viaje murieron. Ha pasado 50 horas en el aeropuerto sin prácticamente agua ni comida, tiene golpes en la espalda y asegura que lo primero que hará es visitar a un médico.

"Estoy al límite total, en shock", asegura Lucía, una mujer de 42 años y artesana de profesión. Lleva cinco años viajando a Nepal, donde tiene a su maestro espiritual. Sus planes eran quedarse en Katmandú dos meses, donde vivía con una familia, pero todo se paró cuando el suelo tembló y ella se encontraba en una cuarta planta. Tiene claro que si dependiera de ella se habría quedado en Nepal, pero vuelve a su Huelva natal para estar con su familia. "Volveré a Nepal", asegura.

"Mi idea ahora es hacer dinero y volver en septiembre" dice Ruth, que es maestra y había visitado una escuela y un orfanato. "Ahora no sé donde están mis niños", dice emocionada. Esta madrileña vivió las horas siguientes al seísmo y sus réplicas con la familia de un amigo nepalí. "Me han tratado como a una hija. Ellos no lloraban nunca, lo han perdido todo y te preguntaban ¿por qué estás seria, si estás a salvo?", cuenta admirada.

Horas después aterrizaba en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid-Barajas un segundo avión fletado por Exteriores con otros 48 evacuados a bordo, de los que 39 eran españoles y nueve de otros países europeos e iberoamericanos.

Por tanto, fueron 83 los españoles repatriados en la jornada de ayer, y el resto (hasta los 127 que habían sido evacuados de Katmandú a Nueva Delhi) regresaron por sus propios medios o han decidido permanecer allí.