Las multas de tráfico más comunes en verano

Desde la Dirección General de Tráfico, más comúnmente conocida por sus siglas (DGT), se trata de establecer una serie de normativas y un sistema de sanciones que mantengan la seguridad en las carreteras españolas. Algunas de las medidas destacadas son los límites de velocidad y el sistema de señalización en carretera que avisa a los conductores de los términos según los cuales se puede circular en cada vía.

Es por ello que, cada año, millones de ciudadanos transitan las carreteras de nuestro país con la máxima seguridad posible. No obstante, también hay cifras a tener en cuenta en lo que respecta a infracciones y las correspondientes penalizaciones a quienes las perpetúan.

Una de las épocas en las que este organismo de regulación del tráfico recauda más a costa de aquellos conductores que, por un motivo u otro, incumplen las normativas vigentes, es la temporada veraniega que se avecina, puesto que muchos de estos conductores disfrutan en estas fechas del periodo vacacional más extenso de todo el año, y por ello bajan la guardia y actúan de manera imprudente, muchas veces de manera inconsciente.

Estas son las multas más comunes en verano en nuestro país. Si conduces, recuerda tenerlas en cuenta para evitar incurrir en estas irregularidades y ahorrarte cuantiosas multas mientras te mantienes a salvo en cada trayecto:

• Conducir con chanclas o sin camiseta (multas de hasta 80 euros), por motivos diversos, son prácticas que pueden acarrear sanciones. Esto se debe a que este tipo de calzado, aunque sea cómodo para combatir el calor, puede poner en riesgo la seguridad de los conductores al utilizarlo en la circulación. Por otra parte, conducir sin camiseta puede ser motivo de sanción por poner en riesgo nuestra seguridad al circular en nuestro vehículo, ya que los roces con el cinturón pueden agravar las consecuencias de un hipotético accidente.
• Arrojar colillas por la ventanilla (multas de 200 euros y cuatro puntos del carnet) puede poner en peligro a otros usuarios, además de provocar incendios en las inmediaciones de la vía.
• Comer o beber mientras se conduce reduce la capacidad de concentración del conductor en cuestión, poniendo en riesgo su seguridad, la de los pasajeros y la de otros usuarios de la vía, si no se hace en las condiciones adecuadas.
• Utilizar teléfonos móviles o ciertos dispositivos GPS mientras se conduce una vez más pone en peligro a los conductores al reducir su capacidad de atención en circulación si no se hace con seguridad.