Muere la célebre Ana María Lajusticia, a los 100 años de edad

La célebre química Ana María Lajusticia ha fallecido a la edad de 100 años. La excepcional científica, pionera en introducir el magnesio como complemento clave en la alimentación fue una mujer inquieta y valiente, que con honestidad y enorme entrega se comprometió a cumplir su propósito de promocionar un estilo de vida saludable y accesible para todos, compartiendo lo aprendido en su propia vivencia personal. Ana María Lajusticia nació en Bilbao el 26 de julio de 1924. En 1947 se licenció en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid. Caminó entre las primeras promociones de mujeres químicas en España, con resultados brillantes. Su destacada trayectoria académica sentó las bases para su futura carrera profesional, en la que combinó su pasión por la ciencia con su compromiso por mejorar la calidad de vida de las personas.

A los 31 años fue diagnosticada de una artrosis severa sin pronóstico de solución, quedando abocada a llevar un corsé de varillas de por vida. Diez años más tarde fue diagnosticada de una diabetes tipo II -que no auguraba la longevidad extraordinaria que ha disfrutado-, que le obligó a empezar nuevos hábitos alimenticios, y Ana María se volcó al estudio de su propia solución.

Se dio cuenta que su alimentación era deficiente, con elevada ingesta de hidratos de carbono, y desayunos que no contenían ni proteínas ni elementos ricos en vitamina C. Además, gracias a su formación química y consciente de la importancia del magnesio para funciones clave del organismo, se volcó en el estudio de éste. Evidenció la importancia de la suplementación de magnesio en la alimentación, ya que con los abonados químicos el suelo es carente de este mineral, por lo que los alimentos que se cultivan el él también lo son.

Mediante un cambio en la dieta y un incremento significativo de aportación de magnesio, su salud cambió, y su vida también, pudiendo prescindir del corsé que le habían diagnosticado de por vida. La constatación en primera persona de la importancia de una buena alimentación junto con una correcta suplementación, convirtió a Ana María en el paladín de la causa del magnesio y de otros elementos que tanto bien hacen a nuestra salud, y la motivó a crear una marca para poder extender este conocimiento al mundo entero.

Fundación de su propia marca

En 1980, Ana María Lajusticia dio un paso trascendental al fundar la marca de complementos alimenticios que lleva su propio nombre. Su objetivo principal era ofrecer a la población en general aquellos nutrientes difíciles de encontrar en la alimentación actual, a través de formulaciones químicas específicas a precios asequibles, buscando siempre lo mejor para el consumidor.

La marca Ana María Lajusticia® se convirtió rápidamente en un referente en el sector de los complementos alimenticios, gracias a la calidad de sus productos y al compromiso de su fundadora por difundir la importancia de una nutrición adecuada. A lo largo de los años, la empresa ha ido ampliando su catálogo de productos, siempre manteniendo los principios y valores que Ana María Lajusticia estableció desde el inicio.

Un propósito vital

El propósito vital de Ana María Lajusticia se resume en la misión de la compañía: "Mejorar la calidad de vida de las personas, creando productos accesibles y honestos". Según ella misma decía, Ana María tenía la ilusión de ser recordada como una persona que intentó que la gente tuviera buena salud y que fuera feliz.

Su legado trasciende más allá de la empresa que fundó. Ana María Lajusticia se convirtió en un icono de la salud y el bienestar, inspirando a miles de personas a adoptar hábitos de vida más saludables. Sus investigaciones y descubrimientos sobre la importancia del magnesio y otros nutrientes han tenido un impacto significativo en la forma en que entendemos la nutrición y la suplementación.

El futuro de la compañía

A pesar de la triste pérdida de su fundadora, la compañía responsable de la marca Ana María Lajusticia® cuenta con una sólida estructura y un organigrama afianzado. Los planes de expansión se mantienen sin alteraciones bajo la dirección general de Anna Solé, persona de confianza desde hace más de 30 años de Ana María, y su hijo Manel Feliu Lajusticia, fundador y presidente de Distribuciones Feliu, S.L.

La empresa está comprometida a continuar con el legado de Ana María Lajusticia, manteniendo su enfoque en la innovación, la calidad y la accesibilidad de sus productos. Se espera que la marca siga creciendo y expandiéndose, llevando el mensaje de una vida saludable a un público cada vez más amplio.

El fallecimiento de Ana María Lajusticia deja un gran vacío en el mundo de la ciencia y la nutrición, pero su legado perdurará a través de la empresa que fundó y de las innumerables vidas que tocó con su trabajo y dedicación. Descanse en paz, Ana María Lajusticia, una verdadera pionera y visionaria en el campo de la salud y el bienestar.