La invasión de las moscas: ¿conoces el truco de las monedas?
Mosquitos, cucarachas y las molestas moscas. El lado menos amable del verano lo traen las plagas que cada año llegan hasta nuestros hogares, calles y ciudades.
Las moscas son insectos que se reproducen con mayor facilidad en el periodo estival debido a que las altas temperaturas facilitan la descomposición de la materia sobre la que se desarrollan; son muy sensibles al frío, de ahí que mueran en invierno.
Molestan por igual a niños, adultos y ancianos y están en cualquier espacio libre, más si hay comida, y se cuelan por cualquier rincón de la casa. Existen insecticidas y aerosoles para acabar con estos insectos, pero hoy te proponemos un truco sencillo, barato y ecológico.
Se trata del truco de las monedas que la inglesa Alison Turnball Halliday ha rescatado y puesto de moda en las redes sociales. Solo ha tenido que colgar "su invento" en Facebook para que se hiciera viral y ahora son millones de personas las que siguen su ejemplo y comentan y cuelgan sus vídeos.
Te enseñamos cómo hacer el truco de las monedas:
Monedas en una bolsa de plástico
Para acabar con las moscas solo es necesario una bolsa de plástico, unas monedas, con cuatro servirá, y agua. Mete las monedas dentro de una bolsa de plástico transparente que hayas llenado hasta la mitad con agua.
Se cuelga la bolsa en la ventana, balcón o en la terraza y comprobarás que las moscas desaparecen y ya no vuelven a entrar en casa.
Éxito sin base científica
El brillo de las monedas en el agua generan luces que confunden a las moscas que, por la composición de sus ojos, las perciben diferente que nosotros. Además, estos pequeños insectos temen el agua, de manera que se quedarán lejos de allí. No hay una base científica para el experimento, pero funciona.
Insectos útiles
Aunque en ocasiones sean molestas, la ciencia defiende sin dudarlo a las moscas, su "trabajo silencioso y gratuito" de polinización y control de plagas.
Las moscas son incansables polinizadores y su valor para la ciencia se remonta a las investigaciones de Mendel, el padre de la genética, que aprovechó su fácil y rápida reproducción en laboratorio para probar sus teorías. Estos artrópodos se reproducen por millones de millones entre marzo y septiembre, cuando no desaparecen ni hibernan, sino que ralentizan sus ciclos de vida acelerados por las altas temperaturas, recuerdan los expertos.
En su fase voladora o de madurez, que dura entre 15 y 25 días, sólo se alimentan y reproducen y no se les conoce otra actividad, aunque, asociada a esa frenética tendencia, se clasifican sus valores y perjuicios.
Revolotean tenaces por cabezas buscando un lugar en el que meticulosamente frotar sus hasta tres veces articuladas patas, posadas antes en las zonas menos limpias de cada entorno.
No hay comentarios