El miedo por el fentanilo arcoíris llega a Halloween

La preocupación sigue en alza en Estados Unidos por la plaga de consumo y sobredosis provocadas por el fentanilo. Este es un medicamento opiáceo sintético que, administrado de forma legal, es prescrito para tratar el dolor en pacientes oncológicos con enfermedades avanzadas o para pacientes que hayan tenido una cirugía importante.

Los opiáceos son usados como narcóticos puesto que cambian la forma en la que el sistema nervioso responde al dolor. En el caso del fentanilo es una droga 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina, además de poder ser letal incluso en pequeñas cantidades (entre 1 y 2 miligramos). Otro gran problema que presenta el fentanilo es su capacidad de crear adicción, algo de lo que avisan desde páginas web médicas y otros portales de información sobre estos productos; sin embargo, el problema no radica tanto en el fentanilo legal, sino en aquel creado y comercializado de forma ilícita.

Miedo por los más jóvenes

En el año 2021 aumentó en Estados Unidos el número de muertes producidas por sobredosis de drogas, superando las 100.000 víctimas. Estos datos no han hecho más que aumentar la preocupación suscitada por algunas de las drogas y las tácticas que usan los vendedores de las mismas para acercarse a la población joven.

El fentanilo arcoíris es una de estas técnicas, en las que se presenta la droga de forma que parecen pequeñas pastillas de caramelo de colores y formas distintas, presuntamente, como una forma de hacerlas más atractivas para un público joven.

Esto ha llegado a hacer que algunos políticos alerten de la posibilidad de que los niños sean las futuras víctimas de esta droga, aconsejando a los padres de que extremen la precaución en Halloween, especialmente con el trick-or-treat, la tradición por la que los jóvenes (especialmente niños) van de casa en casa pidiendo caramelos, por si alguien decidiera colar droga entre los dulces. Aunque, respecto a esto, algunos expertos rechazan que esto pueda ocurrir, entre otras cosas por lo irracional que es que se fueran a repartir de forma gratuita y generalizada drogas que en el mercado ilegal son usadas para obtener un rédito económico.