Estas son las mascarillas que funcionan contra el coronavirus: FFP2 y FFP3

A la dificultad para encontrar mascarillas en el mercado para combatir el coronavirus se une la vacilación sobre la efectividad de los distintos tipos existentes. Recientemente, la OMS negaba que fueran necesarias para salir a la calle, ya que en un informe aseguraba que el SARS-COV-2 no se transmitía por el aire, sino a través de las partículas diminutas de saliva que, en ocasiones, proferimos al hablar, toser o estornudar.

El Instituto Federal Alemán de Medicamentos y Dispositivos Médicos, que valida el uso de productos médicos, advierte de que el único modelo de mascarilla realmente efectivo contra el virus que tiene encerrados en sus hogares al 93% de la población mundial son las FFP2 y FFP3, porque actúan con un mecanismo autofiltrante capaz de suprimir del aire las moléculas sólidas y líquidas que contendrían el SARS-COV-2.

Las más vistas son las conocidas como mascarillas quirúrgicas. Consisten en una banda de tela que cubren nariz y boca pero no son efectivas al 100%. Su función se limita a proteger las personas que rodean a quien la lleva de un posible goteo que expulsase su usuario.

La labor solidaria que ha despertado la situación de crisis ha movido a muchos ciudadanos que saben coser a elaborarse su versión casera de estas mascarillas.

El instituto alemán niega que su efectividad esté comprobada. No obstante, además de recordar la necesidad de mantener la distancia interpersonal de menos de un metro recomendada, estas bandas de tela frenan la exhalación de aire así que se podría decir que también las emanaciones que se puedan producir, obstaculizando así las motas que puedan contener el temido coronavirus.