La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Los españoles deberemos seguir llevando mascarillas en la calle. Al menos de momento. El Gobierno sacó adelante el decreto de la mascarilla en exteriores y muchos empiezan a impacientarse con una medida que encuentra críticas hasta en parte del sector epidemiológico. Durante los dos últimos años la mascarilla se ha convertido en una prenda más, un elemento que debemos usar y manejar en su justa medida y en diferentes situaciones.
La evolución de la pandemia ha motivado también la evolución en el criterio de su uso, en cuanto a tipos y formas de las mismas, siendo prolongada la polémica sobre su precio y la necesidad o no de ser sufragado por el Estado. Existen momentos en los que su uso es más molesto y para ello se siguen inventando nuevo recursos. Es el caso de la nueva mascarilla que ya usan algunos países y que es sólo para la nariz.
Esta eating mask, con la que ya se experimentó en México hace algo menos de un año, ha encontrado en Corea del Sur, un modelo perfeccionado que amenaza con extenderse por el mundo tan rápido como el efecto viral que ha tenido en las redes sociales.
El nuevo modelo, producido por la marca surcoreana Atman y comercializada bajo el nombre de 'Kosk', ayudar a evitar el continuo (y molesto) proceso de tener que quitarte y ponerte la mascarilla cuando estás comiendo y bebiendo en bares o restaurantes, asegurándote a la vez una máxima protección frente al virus porque no tengas la paciencia para hacerlo y termines de quedarte sin mascarilla directamente o colocándotela de forma inadecuada.
El mecanismo de la mascarilla es sencilla. Su diseño es prácticamente idéntico al de una FFP2 actual, pero la zona que cubre la nariz es más ajustada y la costura permite doblar la mascarilla por encima de la boca para que quede libre cuando estamos comiendo sin tener que desajustárnosla de las orejas. De esta forma se conseguir comer y beber a la par de que se evita la transmisión del virus a través de las vías respiratorias, que son las más peligrosas y la vía más sencilla para atacar a los pulmones.
Las mascarillas 'Kosk' se pueden comprar un paquete de 10 unidades por un precio de entre 7 y 10 euros, según la empresa que lo comercializa, y poseen un filtro KF80, lo que significa que filtra más del 80% de las partículas de 0,3um (equivalente a un FFP1 en Europa).
Para prevenir el contagio de forma eficaz la mejor opción es usar mascarillas de tipo FFP2 y FFP3, pero lo estamentos sanitarios aseguran que las mascarillas higiénicas y quirúrgicas también protegen, acompañadas por el proceso de higiene manos necesario y el mantenimiento de la distancia de seguridad recomendada en función de cada escenario.
En Estados Unidos, por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han actualizado recientemente su guía sobre qué mascarillas para saber cuáles son las mejores mascarillas para protegerte de ómicron y desaconsejan el uso de mascarillas de tela porque dan la menor protección.
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