El parqué
Avances desiguales
El Ministerio de Sanidad ha hecho públicos los marcadores, y las fuentes de los que se obtienen, para cambiar de fase en la desescalada del llamado Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad. Se trata de una serie de indicadores epidemiológicos, de movilidad y económico-sociales que permitirán evaluar, en conjunto, de forma cuantitativa y cualitativa, la situación de cada territorio en relación con la desescalada.
El ministerio trabaja ya con las comunidades autónomas en la forma más eficaz de recopilar estos datos y en la necesidad de establecer umbrales y en qué valores deberían fijarse. Algunas de ellas, como Baleares, Murcia o Extremadura, ya han mantenido reuniones bilaterales con Sanidad solicitando su paso a la fase 1 de la desescalada en la fecha definida (11 de mayo).
La propuesta de Andalucía será por áreas sanitarias y no por provincias, pero aún no se ha desvelado qué zonas son las que, presumiblemente, se quedarán más tiempo en la fase 0 y, por lo tanto, no podrán comenzar a levantar restricciones en bares, comercios y otros servicios.
Según ha explicado el titular de Salud de Andalucía, el principal obstáculo es el listón fijado por el Gobierno central en la incidencia de nuevos contagios en los últimos 14 días, que debe ser de 10 positivos detectados por pruebas PCR por cada 100.000 habitantes y hay varias demarcaciones en las que será muy difícil bajar de la cota establecida por Sanidad.
Los indicadores epidemiológicos que se deben enviar al Ministerio de Sanidad se pueden obtener de forma automatizada, diaria e individualizada por parte de los Servicios de Salud Pública de las comunidades autónomas. Esta información individualizada se debe enviar diariamente al Ministerio de Sanidad a través de la herramienta de vigilancia SiViEs.
Indicadores generales (diarios)
Indicadores sobre la capacidad de los servicios de salud pública
Indicadores específicos
Evaluación de la detección temprana
Evaluación del aislamiento precoz de los casos confirmados
Evaluación del control de los contactos de los casos confirmados
Se van a monitorizar los avances en la situación epidemiológica que permitan detectar de forma precoz los cambios en la circulación del virus, así como hacer un seguimiento de las capacidades sanitarias que permitan hacer frente a futuras tensiones sobre el sistema asistencial.
Estas capacidades están relacionadas con cuatro aspectos: la asistencia sanitaria, la vigilancia epidemiológica, la identificación y contención de fuentes de contagio, las medidas de protección
colectiva.
El seguimiento del nivel de transmisión de la epidemia debe hacerse compaginando la información obtenida a distintos niveles, incluyendo centros sanitarios y sociosanitarios tanto públicos como privados, laboratorios e incluso empresas.
El trabajo entre los distintos niveles de la Administración es continuo para asegurar la disponibilidad de los datos con la mayor desagregación, exhaustividad y periodicidad posibles. El proceso de generación y recogida de todos estos datos se irá completando durante los próximos días.
La interpretación de estos indicadores no estará sujeta a umbrales sino que se hará un análisis conjunto teniendo en cuenta el contexto y todos los factores condicionantes que pueden influir sobre la epidemia. Se valorará así el avance realizado en las distintas unidades geográficas.
De forma complementaria, pueden incluirse indicadores adicionales a los incluidos, como el indicador de vigilancia de la mortalidad diaria o aquellos derivados de bajas laborales.
Los indicadores de movilidad son centrales como punto de conexión entre la evolución de la epidemia y la actividad económica.
Conforme se avanza en el proceso de desescalada o reapertura, la evolución de la movilidad puede dar una idea de la eficacia del proceso gradual de desconfinamiento, tanto si se hace de forma asimétrica a nivel de territorio, como por tipo de actividades.
Sanidad ve preciso monitorizar la relación entre la evolución de la movilidad y la transmisión de la epidemia, para comprobar hasta qué punto las nuevas medidas de distanciamiento, profilaxis y prevención laboral están consiguiendo un mayor distanciamiento efectivo, y, por lo tanto, siendo efectivas en permitir una mayor reapertura sin poner en peligro el terreno ganado a la epidemia.
Los indicadores de seguimiento social y económico completan la valoración de impacto del proceso de reapertura o desescalada, y ofrecen referencias a tomar en consideración en el momento de acordar la transición de una fase a otra. Su seguimiento continuo permite una evaluación de impacto de las decisiones tomadas.
El Ministerio de Sanidad también tendrá en cuenta indicadores de impacto de género y otros marcadores socioeconómicos de especial relevancia en cada territorio.
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