Toda la verdad sobre la resurrección del lobo gigante americano tras 10.000 años extinguido
La empresa Colossal Biosciences modifica genéticamente el ADN del lobo gris para simulas la extinta especie
Rómulo, Remo y Khaleesi, fueron gestados y paridos con éxito por perras comunes
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Colossal Biosciences, una empresa biotecnológica estadounidense, ha anunciado un hito histórico en la ciencia: la "desextinción" del lobo gigante (Canis dirus), una especie que se extinguió hace más de 10.000 años. Sin embargo, lo logrado no es exactamente el lobo gigante en sí, sino algo así como una simulación, con la que han reconstruido el genoma del animal extinto editando células de lobo gris para que coincidieran con las del cánido desaparecido: ergo es en teoría otra cosa diferente, una simulación. Los científicos han presentado a los tres ejemplares que han sido bautizados como Rómulo, Remo y Khaleesi, y que fueron gestados y paridos con éxito por perras comunes.
Los lobos modificados genéticamente se encuentran actualmente en una reserva animal cuya ubicación no ha sido revelada para protegerlos de la atención pública, según informa la revista Time. Colossal ha hecho el anuncio a través de la red social X, pero aún no ha proporcionado detalles sobre el proceso de creación de estos animales ni sobre su similitud con los verdaderos lobos gigantes. Tampoco se ha publicado ningún estudio científico revisado por expertos independientes, un estándar de calidad esencial en el ámbito científico.
Este avance se produce semanas después de que la misma empresa anunciara la creación de ratones cuyo genoma había sido editado con la técnica CRISPR para incluir varios rasgos genéticos del mamut, un pariente extinto del elefante. Los animales presentaban varios genes del mamut, entre ellos el responsable de aportar un pelaje abundante y de color anaranjado.
El proceso de "desextinción" del lobo gigante
Colossal ha basado la creación de estos animales en el ADN extraído de un diente de lobo gigante de hace 13.000 años y un cráneo de hace 72.000 años. Los investigadores identificaron 20 diferencias clave en 14 genes responsables de características distintivas del lobo gigante, como su mayor tamaño (un 20% más grande que los lobos grises), pelaje blanco, cabeza más ancha, dientes más grandes, hombros más poderosos y patas más musculosas.
El punto de partida de la "desextinción" del lobo gigante fue la extracción de células madre de la sangre de un lobo gris. Los científicos editaron el genoma de estas células para modificar 14 genes y luego introdujeron el núcleo de las células editadas en óvulos previamente vaciados de su contenido genético. Los embriones resultantes se dejaron crecer en el laboratorio hasta obtener 45 ejemplares, que posteriormente fueron implantados en dos perras. Cada una de ellas dio a luz a un cachorro en octubre pasado. El mismo procedimiento se repitió en el caso del tercer ejemplar, Khaleesi.
Los responsables de la compañía aseguran que el comportamiento de los tres cachorros es característico de lobos, y no de perros. Sin embargo, aún queda por determinar cuán similares son estos animales a los verdaderos lobos gigantes que habitaron la Tierra hace miles de años.
El objetivo de Colossal Biosciences
Colossal Biosciences, cofundada por el carismático biólogo de Harvard George Church, tiene como objetivo "desextinguir" a varias especies extintas, como el mamut, el tigre de Tasmania y otras, utilizando los vientres de animales actuales. En el caso del mamut, se partiría de células de elefante para incluir algunos de los cambios genéticos característicos del mamut y se usarían elefantas como vientres de alquiler para gestar a las crías.
No obstante, la viabilidad de esta operación aún no está clara y, sobre todo, el animal resultante no sería un mamut lanudo como los que habitaron la Tierra hace miles de años. Otra aplicación potencial de esta tecnología sería la preservación de especies actuales en peligro de extinción.
La técnica CRISPR y la "desextinción" de especies
Hasta la llegada de la técnica de edición genética CRISPR, la "desextinción" de especies había sido prácticamente imposible. Uno de los intentos más cercanos de traer al mundo un animal desaparecido fue el proyecto español de resucitar al bucardo, cuyo primer ejemplar, Celia, murió ahogado nada más nacer.
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