El laberinto subterráneo más grande de España se esconde en un pintoresco paraje manchego
Este entramado de túneles de 8 km, construido entre los siglos X y XI, es un refugio que atesora la historia de Brihuega, en Guadalajara
Estuvo escondido tras un castillo y fue redescubierto en el siglo XIX: así es el templo romano mejor conservado de España
En el corazón de la Alcarria, en la provincia de Guadalajara, se encuentra Brihuega, un pueblo que esconde bajo sus calles, casas, iglesias y plazas el laberinto subterráneo más grande de España. Se trata de las cuevas árabes de Brihuega, un entramado de túneles que se extiende a lo largo de 8 kilómetros y que se presenta como un valor turístico diferente en las visitas a esta localidad, ubicada a poco más de una hora de Madrid.
Estos túneles fueron construidos entre los siglos X y XI, ampliados durante generaciones y usados como refugio y depósito de víveres. Hasta hace pocas décadas, los pobladores de Brihuega aprovechaban la temperatura constante de 12 °C para almacenar productos de la tierra, desde cereales hasta vinos o aceites. La entrada a las cuevas (3 €) se realiza por la Plaza del Coso, epicentro de la vida social de la villa. Desde allí se pueden recorrer los 700 metros habilitados para las visitas, en un trazado bien señalizado para evitar que los visitantes se pierdan en la cantidad de pasillos que se bifurcan.
Durante la caminata, con la lúgubre luz que ilumina las paredes rocosas, se bajan escaleras y se atraviesan arcos, donde un ojo avisor puede detectar marcas como cruces, líneas paralelas o escuadras, pero ninguna media luna, lo que indica que los obreros que excavaron la toba (roca caliza muy porosa) eran cristianos y no mudéjares. En algunos rincones se encuentran huecos donde todavía quedan gigantescas tinajas como testigos de los métodos de almacenamiento, mientras que los agujeros que comunican los pasadizos despiertan la curiosidad de los visitantes.
Brihuega, una villa con un rico patrimonio histórico
Más allá de las cuevas, Brihuega es una de las poblaciones con patrimonio histórico más interesantes de la provincia de Guadalajara. Sus murallas, construidas en el siglo XII, protegían a todo el pueblo medieval. Aún se pueden ver varias puertas, como la de Cozagón, que conserva su aire señorial, la de la Cadena o la del Juego de Pelota. El castillo de Piedra Bermeja, ubicado en una elevación rocosa al sur del pueblo, es heredero de una fortaleza árabe y sus ampliaciones de los siglos XII y XIII le han dado su estética de plaza fuerte.
La iglesia de Santa María de la Peña, con su transición del románico al gótico, sus arquerías apuntadas y su ábside con delgados ventanales decorados con sutileza, se encuentra en uno de los espacios más bonitos de Brihuega, rodeado de grandes árboles. Otros testigos del progreso económico que tuvo la villa en el siglo XIII son las iglesias de San Felipe y de San Miguel, construidas para reforzar la expansión urbanística del pueblo.
Los siglos XVI y XVII presenciaron el crecimiento de las órdenes religiosas, con las aperturas de los conventos de las Monjas Recoletas de San Bernardo, el de las Jerónimas de San Idelfonso y el de San José, de los franciscanos. Este último también fue cárcel, colegio, escuela taller y actualmente es sede de la sala de exposiciones municipal y del curioso Museo Mundial de Miniaturas del Profesor Max, el primero de su tipo en el planeta.
Festival de la Lavanda, un evento que tiñe de violeta los campos de Brihuega
Cuando llega la primavera y sobre todo en el verano, miles de personas ponen rumbo al campo de Brihuega. En las afueras de la población se extienden más de 1.000 hectáreas de cultivos de lavanda, que a mediados de julio florecen y convierten a estas campiñas en un manto violeta de agradable aroma. El Festival de la Lavanda, que se realiza durante esas semanas, aporta un interesante programa de música y comidas tradicionales a uno de los paisajes naturales más bonitos de Guadalajara, mientras el pueblo tapiza sus calles de guirnaldas y sombreros de paja en recuerdo de los trabajadores rurales que siguen cultivando esta flor.
¿Qué otros atractivos turísticos ofrece Brihuega además de las cuevas árabes?
Brihuega cuenta con un rico patrimonio histórico que incluye murallas del siglo XII, el castillo de Piedra Bermeja, iglesias como la de Santa María de la Peña, San Felipe y San Miguel, conventos como el de las Monjas Recoletas de San Bernardo y el de San José, casas señoriales como la de Gómez, la columna granítica de El Rollo o Picota y el edificio de la Real Fábrica de Paños. Además, en las afueras de la población se extienden más de 1.000 hectáreas de cultivos de lavanda que en julio tiñen los campos de violeta.
¿Cuándo se celebra el Festival de la Lavanda en Brihuega?
El Festival de la Lavanda se celebra a mediados de julio, cuando los campos de lavanda que rodean Brihuega florecen y tiñen el paisaje de violeta. Durante esas semanas, se realiza un interesante programa de música y comidas tradicionales, mientras el pueblo tapiza sus calles de guirnaldas y sombreros de paja en recuerdo de los trabajadores rurales que siguen cultivando esta flor.
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