La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
La decisión "valiente" de un juez de Montilla (Córdoba) de inscribir en el Registro Civil a una bebé nacida en Argelia cuando su madre camerunesa trataba de llegar a España, sienta un importante precedente en la protección de los derechos de estos menores apátridas cuya realidad es invisible.
Desde hace un par de semanas esta pequeña de 19 meses, que vive en la localidad cordobesa junto a su madre en el centro de acogida humanitaria del programa Ödos, que acoge a mujeres y menores que llegan de forma irregular a España, ha dejado de ser invisible.
Y lo ha hecho gracias a "la valentía del juez de Montilla de haber dicho: no hay mayor vulneración que no existir para el Derecho", explica a EFE Cristina Manzanedo, responsable y coordinadora jurídica del programa Ödos.
La pequeña nació en marzo de 2020 en Orán (Argelia) durante el viaje de la madre hacia Europa pero allí no fue inscrita en el registro. Un año después llegó en patera a España y desde entonces, los responsables del proyecto han trabajado para documentar su caso y poder inscribir a la niña.
"Desde la simple óptica de los derechos humanos, nos encontramos a una niña que para el Derecho no existe porque no ha sido inscrita", subrayaba el titular del juzgado de 1ª Instancia número 2 de Montilla, Francisco José Ortega, en su auto del 15 de octubre hecho público esta semana.
Y argumentaba: "Casi parece un callejón sin salida: si la niña no llega a ser inscrita en España, no le será reconocida su personalidad jurídica ni, por ende, podrá ser sujeto de derechos, aun de los más elementales, pero ni siquiera podría ser retornada a ningún otro país, porque al no haber sido registrada tampoco consta ser nacional de ningún Estado".
Un auto pionero porque "se hace cargo" de la realidad de estos niños invisibles que están "en riesgo fuerte de apatridia" por haber nacido en un contexto irregular, subraya Manzanedo, que remarca que el juez ampara su decisión en la Declaración Fundamental de Derechos Humanos y en la Convención Internacional del Niño, ya que el marco español no lo permite.
La solicitud de inscripción de nacimiento en el Registro Civil la ha realizado la Fiscalía a instancias de la Fundación Abogacía y el Colegio de Abogados de Córdoba que prestan asistencia jurídica al programa Ödos.
Dicha inscripción se hace en los primeros 10 días de vida de los bebés nacidos en España y los vinculados a los españoles, pero la Ley de Registro Civil -que entró en vigor el pasado mes de abril después de 10 años bloqueada tras su aprobación en 2011- no contempla los casos de menores migrantes en tránsito.
El auto del magistrado "es una llamada fuerte, severa a evitar la apatridia", según ha manifestado esta semana a los periodistas el fiscal Fernando Santos Urbaneja, que instó la afiliación en el Registro Civil.
Una vez que la pequeña ha sido inscrita, el siguiente paso es solicitar la nacionalidad, ya que esta inscripción no supone una concesión de la misma: "Vamos a ir a la Embajada de Camerún a solicitarla y si no pediremos la española", ha detallado la abogada.
Las embajadas no pueden proceder al registro del nacimiento de menores que no hayan nacido en territorio español, aunque sean hijos de nacionales suyas, lo que conduce a la invisibilidad de estos niños "si no se les da alguna protección desde los estados europeos a los que llegan".
Porque esta situación es un fenómeno europeo, no solo español, que "tiene que estar repitiéndose" en países como Italia o Grecia, asevera Manzanedo, que insiste en la importancia de este auto que no cuenta con precedentes tampoco en el ámbito europeo.
"De apatridia se habla muy poco en Europa, y de apatridia infantil no habla nadie", lamenta la letrada, quien confía, no obstante, en que esta primera inscripción "abra un camino" que se pueda extender a más niños y que conlleve una respuesta general desde el Estado como puede ser una reforma del reglamento del Registro Civil.
Para visibilizar a estos "niños del camino", Manzanedo apuesta también por mejorar la recogida de información en costas porque no hay cifras desglosadas y por que esa atención cuando llegan en las pateras tenga un enfoque de infancia "sabiendo que tenemos este perfil dentro de las llegadas, aunque no sea el mayoritario".
"Por eso la importancia de este auto es que no es solo una respuesta jurídica, es un tratado filosófico", concluye feliz la abogada. EFE
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