El parqué
Jaime Sicilia
Quinta sesión en verde
El incendio que el pasado jueves calcinó un bloque residencial de Valencia y causó diez muertes se pudo haber originado por un cortocircuito en el mecanismo del toldo del apartamento 86, según han avanzado fuentes próximas a la investigación.
Así se desprende del informe preliminar tras haber concluido la inspección de la Policía Científica, que ha finalizado ya su trabajo de revisión "palmo a palmo" del edificio incendiado en el barrio valenciano de Campanar, por lo que ha salido ya del inmueble, mientras que todas las muestras de ADN están en la Comisaría central para analizarlas.
Las más de cien familias afectadas por el incendio del barrio valenciano de Campanar llegarán desde este lunes y por un plazo inicial de tres meses "totalmente prorrogables" a las 131 viviendas municipales ubicadas en el de Zafranar, donde se ultiman los preparativos para terminar de amueblar los inmuebles.
La alcaldesa de València, María José Catalá, ha comentado este lunes en una rueda de prensa primero y, después, en una visita al edificio que se está preparando que el Ayuntamiento ya cuenta con más de un centenar de peticiones de vecinos de Campanar que desean ser realojados en el edificio de la calle Cristina Piris López-Doriga y que se priorizará a las familias con niños.
Así, Catalá ha explicado que en el hotel en el que están alojados muchos de los afectados por las llamas, que el jueves acabaron con la vida de diez personas y dejaron sin casa a casi 140 familias, hay un total de diez niños, cuyas familias serán las primeras en acceder a los inmuebles, así como las personas dependientes o con movilidad reducida. "No me puedo ni imaginar cómo debe ser decirle a los niños que hay que empezar de cero, que hay que ir a una casa nueva; por eso tenemos esa especial sensibilidad con la infancia y también con aquellos dependientes y con movilidad reducida", ha subrayado Catalá.
La alcaldesa ha incidido en que este primer plazo de tres meses "es suficiente para ver la vulnerabilidad social de las familias", pero ha resaltado que "aquí nadie se va a quedar sin vivienda de un día para otro", sino que ese plazo, "totalmente prorrogable", funcionará para que los técnicos municipales puedan estudiar cada caso de manera individualizada. "A partir de ahora comienza un plazo en el que no se pueden generalizar medidas, sino que se atenderá a cada familia en función de sus necesidades", ha comentado Catalá, que ha agradecido la solidaridad de todas las empresas que llevan trabajando ya varios días para amueblar los pisos y apartamentos de propiedad municipal.
"Es una alegría encontrar tanta solidaridad de tantas empresas que nos están ayudando. Hay que agradecer al pueblo valenciano que haya mostrado su mejor versión en estos momentos, porque hemos recibido muchísima ayuda y todo el apoyo del mundo", ha ensalzado. Catalá, que ha pedido comprensión y respeto para aquellos que en las próximas horas habiten los edificios de Zafranar, ha expuesto que estos 131 pisos se dividen entre viviendas de dos y tres dormitorios y que se repartirán en función de la unidad familiar. De hecho, ha recalcado que el Consistorio ya ha dado alta la luz y el agua de los inmuebles, que cuentan con trastero y 86 plazas de garaje y que fue adquirido en su día por el ayuntamiento por derecho preferente. "Las cocinas y electrodomésticos ya estaban montados, sólo era necesario montar el mobiliario del comedor, las camas, el menaje... Incluso algunas empresas jugueteras nos han aportado juguetes para que las habitaciones de los niños sean un poco más agradables si pudiera ser, haciendo posible que sea la mejor vivienda que pueda ser en tiempo récord", ha apuntado Catalá. Por último, la alcaldesa ha señalado que la intención del gobierno local es que desde este lunes puedan llegar algunas familias, pues "es un alivio saber que van a estar en un entorno de normalidad" y, a partir de ahí, "trabajar con ellos".
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