El impacto del coronavirus en los alquileres turísticos
Economía
Los expertos auguran pérdidas millonarias ante la disminución de inquilinos este verano a causa del Covid-19, pero también en el precio del alquiler
La pandemia sanitaria provocada por el coronavirus Covid-19 parece que no ha dejado títere con cabeza. Raro es el sector de la economía mundial que no se ha visto afectado por el cierre de la actividad, el confinamiento de sus trabajadores, las medidas de higiene y distanciamiento social o incluso, la quiebra.
En España, uno de los sectores que más preocupa es el turismo, debido a que es uno de los grandes motores económicos. Aunque con la inminente llegada de la libre circulación por todo el país y la apertura de las fronteras de los países de la Unión Europa benefician a hoteles, apartamentos turísticos, playas, chiringuitos o monumentos, lo cierto es que el verano se presenta más que preocupante.
El caso de las ciudades turísticas
El profesor de Comercializacion de Mercados de la Universidad de Málaga, Ricardo Urrestarazu Capellán, hace un interesante análisis sobre el impacto del coronavirus en los alquileres turísticos y residenciales, un negocio que, antes de la pandemia había experimentado un "extraordinario incremento de los precios dificultó el acceso al alquiler residencial, sobre todo en ciudades con gran actividad turística, como Málaga" o Sevilla por su singularidad también como capital andaluza.
Los alquileres subían un 34% entre los años 2014 y 2018, mientras que los incrementos en las rentas salariales eran muy inferiores. "Esta discordancia provocó una escasa oferta de viviendas asequibles en las ciudades más ricas". ¿Cuál será el efecto de la crisis de la covid-19 en el sector turístico, en los hábitos de consumo de servicios turísticos, en las inversiones en inmuebles y, sobre todo, cuál será su repercusión en el mercado de vivienda residencial en las zonas con mayor peso económico de este sector? se pregunta Urrestarazu.
"Al bajar el empleo en el sector (hostelería, restauración, comercio minorista), es probable que parte de su mano de obra se mueva hacia lugares que ofrezcan nuevas oportunidades laborales, reduciéndose así la demanda de inmuebles residenciales". Además, prosigue el profesor universitario, de confirmarse un menor número de clases presenciales, "también es previsible que baje la demanda de alquiler residencial por parte de estudiantes universitarios".
Menos pernoctaciones
Las previsiones apuntan a que la llegada de turistas a corto plazo será menor en nuestro país, lo que reducirá la "demanda de alojamientos turísticos, produciendo un descenso en las pernoctaciones en hoteles y viviendas turísticas vacacionales". Afirma el profesor de la Universidad de Málaga que, "dado que el umbral de rentabilidad de este tipo de viviendas está en torno a los 180 días anuales, la rentabilidad media caerá y será menos atractivo para sus propietarios este régimen de alquiler".
Por su parte, la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR), que agrupa a 23 asociaciones de diferentes comunidades autónomas, ya ha alertado que el sector ha perdido ya 550 millones de euros y que esas pérdidas podrían alcanzar los 3.000 millones a cierre de 2020.
Donde más se está notando la ausencia de inquilinos en viviendas turísticas es en Baleares y Canarias, "porque les han pillado en temporada media y alta. Además las islas tienen una gran dependencia del tráfico aéreo y el 70% de sus turistas son extranjeros, principalmente de Reino Unido, Alemania y países escandinavos". También ha habido un gran impacto en ciudades como Madrid y Barcelona, principalmente por el segmento de congresos, que va a tener además un recorrido complicado hasta que vuelva la confianza y las empresas celebren de nuevo eventos y conferencias”, detalla Tolo Gomila, presidente de FEVITUR.
Precios más bajos
A pesar de todas las dificultades del verano marcado por el coronavirus, "cabe pensar que, en el corto plazo, los efectos de la pandemia en la economía local pueden hacer bajar los precios del alquiler residencial", analiza Ricardo Urrestarazu Capellán.
La duración de la pandemia, el tiempo que se tarde en alcanzar la seguridad sanitaria suficiente para el retorno de los turistas, "así como el cambio estructural que se pueda producir en los hábitos cotidianos y de ocio, determinarán una mayor o menor amplitud en la bajada en los precios de los alquileres residenciales en las grandes ciudades".
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