La Iglesia reconoce que no tiene la titularidad de unos 1.000 bienes inmatriculados
De los 34.961 bienes en el listado
Precisa son bienes que nunca han sido de la Iglesia, que ya no lo son porque fueron vendidos o que son de terceros
La Iglesia los inmatriculó entre 1998, cuando Aznar reformó la Ley Hipotecaria, hasta 2015 cuando el Gobierno derogó el sistema
La Iglesia española dice no tener constancia de ostentar la titularidad de unos 1.000 de los 34.961 bienes que aparecen en el listado de bienes inmatriculados por la Iglesia católica hecho público por el Gobierno hace casi un año, en febrero de 2021. Según precisa la Iglesia, son bienes que nunca han sido de la Iglesia, que ya no lo son porque fueron vendidos o que son de terceros.
Así se lo ha trasladado el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes 24 de enero, durante la reunión que han mantenido en la sede de la CEE.
Según han explicado a Europa Press fuentes conocedoras del informe, el documento elaborado por la Conferencia Episcopal señala algunas incidencias en el listado entregado por el Gobierno al Congreso, entre ellos, "errores de doble inmatriculación, inmatriculaciones que la Iglesia no reconoce o inmatriculaciones que tienen otros titulares como ayuntamientos, otras congregaciones religiosas, etcétera, y bienes que no son o nunca han sido de la Iglesia".
En concreto, según el informe entregado este lunes por la Conferencia Episcopal al presidente del Ejecutivo, consultado por Europa Press, la Iglesia ha detectado 2.575 errores en el informe del Gobierno, es decir, de los 34.976 registros incluidos en el listado, las diócesis han verificado como correctos un total de 32.401.
Entre estas más de 2.500 incidencias, en torno a un millar, en concreto, 949 son bienes sobre los que la Iglesia afirma que no son o nunca han sido de su propiedad: bienes sobre los que faltan datos para su identificación (608); sobre los que no consta inmatriculación (31); sobre los que se detectan errores o no consta información sobre los mismos (28); que no son propiedad de la Iglesia por estar vendidos, donados, expropiados, por pertenecer a ayuntamientos o por error de inscripción de propiedad (276); o que pertenecen a otras confesiones religiosas, como los judíos o los evangélicos (6).
Asimismo, la Iglesia ha detectado 78 bienes del listado del Gobierno que pertenecen a comunidades religiosas u otras entidades religiosas; 111 bienes duplicados; 746 que fueron inmatriculados o adquiridos por otros títulos anteriores al periodo 1998-2015; y 691 bienes que se adquirieron por métodos diferentes a la certificación (compraventa, donación, permuta, herencia).
La previsión es que el Gobierno ponga en conocimiento de las entidades locales y de los registros esta información y se puedan, de este modo, iniciar los procesos de regularización que, en su caso, pudieran corresponder, según un comunicado conjunto de la CEE y la Moncloa. Además, la Iglesia ha manifestado su compromiso de colaboración a fin de facilitar tales procesos.
Fuentes gubernamentales han confirmado a Europa Press que el Ejecutivo se pondrá en contacto con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para trasladarle esta información.
La reforma de Aznar de 1998
El asunto de las inmatriculaciones se remonta al año 1998, cuando el entonces presidente del Gobierno José María Aznar llevó a cabo una reforma de la Ley Hipotecaria, por la que se suprimió la prohibición de inscripción de los templos destinados al culto católico.
De esta forma, desde 1998 hasta 2015 la Iglesia católica española tuvo la posibilidad de inmatricular bienes, es decir, registrarlos por primera vez, de acuerdo a un procedimiento especial. Si bien, en 2015, durante el gobierno de Mariano Rajoy, se derogó este sistema y la Iglesia dejó de tener esta posibilidad.
Dos años después, en abril de 2017, el Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley para urgir al Gobierno a aportar una relación de los bienes inmatriculados por la Iglesia católica en el periodo de 1998 y 2015.
Finalmente, fue en febrero de 2021 cuando el Gobierno, ya con Pedro Sánchez como presidente, hizo público dicho listado. En concreto, según esta lista, la Iglesia católica en España inmatriculó un total de 34.961 bienes desde 1998 hasta 2015.
La entonces vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, precisó que estas inmatriculaciones se hicieron "a la luz de la legalidad".
La negociación
Desde entonces, se ha producido una negociación entre la Iglesia y el Estado consistente en verificar que todos los bienes que aparecen en dicho listado son los que se han efectuado conforme a la ley y subsanar errores, como pueden ser registros que figuren duplicados, bienes inscritos en otro periodo de tiempo o que se enajenaron. La CEE ha realizado este estudio a través de consultas a las diócesis.
El Gobierno y la CEE constituyeron una Comisión ad hoc dentro del diálogo entre la Iglesia y el Estado español, sobre el asunto relativo a los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica.
Dentro de este diálogo, el pasado mes de agosto ya mantuvieron una reunión el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y Omella, y desde entonces, según informan ambas partes, se habían intensificado los trabajos. De hecho, la semana pasada se volvieron a reunir para perfilar este asunto y el ministro precisó que las negociaciones estaban "avanzando" y esperaba tener resultados "lo antes posible".
La conclusión de los trabajos se ha materializado este lunes con el encuentro entre el cardenal Omella y el presidente Sánchez.
La primera visita de Sánchez
Era la primera vez que el presidente del Gobierno visitaba la casa de los obispos y la reunión se ha prolongado durante una hora, según ha informado la CEE.
En el transcurso del encuentro, el presidente de la Conferencia Episcopal ha enseñado a Sánchez la Capilla de la Sucesión Apostólica, obra de Rupnik, y ha rezado una breve oración por los gobernantes de España. También le ha mostrado la sala de la Asamblea Plenaria, explicándole el funcionamiento de los organismos de la Conferencia.
Al comenzar la reunión, Omella ha regalado al presidente del Gobierno el libro La Capilla de la sucesión apostólica, así como algunos de los documentos de la CEE: 'Iglesia servidora de los pobres', 'Fieles al envío misionero. Orientaciones de la CEE para 2022-2027'; la 'Memoria de actividades de la Iglesia' y 'La Iglesia, Pueblo de Dios entre las naciones'.
Encuentro Cordial
Tras el encuentro, el cardenal Omella ha valorado lo "cordial" que ha sido la reunión, en la que han manifestado, según ha dicho "el deseo de colaboración de las dos instituciones, el Estado y la Iglesia, para el bien común de la sociedad española".
Entre los temas abordados, el presidente de los obispos ha destacado algunos en los que comparten su intención de colaboración "estrecha", como "los inmigrantes, los corredores humanitarios" o la lucha contra "la pobreza"; y otros más "morales" en los que encuentran divergencias como "el aborto, la eutanasia" o la "educación".
Asimismo, han intercambiado opiniones sobre la pandemia, la España vaciada, la vivienda o la libertad de conciencia. Para el arzobispo, el encuentro ha supuesto "un momento muy bonito de acercamiento".
También ha calificado la reunión de "muy satisfactoria" el secretario general y portavoz de la CEE, Luis Argüello. "Hemos podido presentar el resultado de un trabajo. La Iglesia ha contrastado sus propios informes en las diócesis para ver que en esos mil bienes habría que hacer una revisión", ha explicado.
Además, ha destacado que, en el ámbito del encuentro, al que también ha asistido el ministro Félix Bolaños, han tenido la oportunidad de hablar sobre el futuro de los trabajos a realizar en el asunto del régimen fiscal que ha quedado "muy encauzado", según Argüello.
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